¡PEREGRINÉ...!

Peregriné... por la blanca playa
en una mañana, de espléndido sol
inspirados dotes, para escribir versos
los cuales destacan, esa real beldad.

Caricias del viento, se hicieron presentes
al son el poema, describía esa tez
la arena caliente, parecía sonrojarse
escuchar en confines, lo escrito una vez.

El mar emanaba, susurros cambiantes
como si dijese, me engalanas así
aires con virtudes, otorga el entorno
al sentir prestancia, del bello paisaje.

Oleaje hermoso, se aprecia a lo lejos
ved espumas blancas, instando a emociones
matutino romance, al consignar nombre
con conchas perladas, de este paraje.

Un son de gaviotas, con volar ligero
adornan el sitio, de almas sinceras
cuando en esta estancia, se entonen trinos
para conciliar, nuevas ilusiones.

Se escuchan latidos, en ambos corazones
con constante ritmo, de pulcra quietud
palpitar frecuente, son digna intuición
los rayos candentes, lumbran la ocasión.

Percibiremos... perfume a distancia
donde hayan vertidos, nobles sentimientos
enlace de manos, entre tiernas miradas
los amores vibran, con luz de pasiones.

José Rafael Orozco Torres -Costa Rica-