jueves, 28 de diciembre de 2017

AMOR INCONDICIONAL.


El esposo sonríe,
y adora a su amada,
ella está acostada,
también ella ríe.

La toma en sus brazos,
la aprieta a su pecho,
camina derecho,
cabeza en regazo.

La ama y lo canta:
"Te amo Princesa",
y luego la besa,
con alegría tanta.

La lleva a la silla,
que dos ruedas tiene,
ella se sostiene,
y abre la sombrilla.

Ella no camina,
a él no le importa,
ella se comporta,
es la más divina.

JUAN DAVID ROMERO -Colombia-

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