El animal cansado que me habita
tiene una lámpara
con la que alumbra el mundo
mientras escapa por mi sangre.
Huye de mí
y vuelve a mí
y, a veces,
imagina un sepulcro
en donde descansa de mi acoso.
Del libro "Grietas que me escriben" de
Julio Aranda -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor
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