jueves, 17 de agosto de 2017

AMARGA SOLEDAD


Se fue a los cielos, de la mano del viento,
envuelto en todos los suspiros de su amada;
Quedó ella con el temprano sufrimiento,
por la ausencia en su corazón, del que amaba.

Lloraron las nubes en aquél aciago y triste día.
Abrazada de su angustia, caminó ella perdida.
La voz de su amado se escondió en la letanía,
del reloj que cantaba el tiempo de su partida.

La desolación que en su alma habitó,
perdió en ella el seguro rumbo de sus días;
y en su corazón el silencio se enraizó,
brotando sollozos de dolorosa melancolía.

Se fue a los cielos, abrazado por los besos,
los abrazos y las caricias, de su amada.
Quedó ella con el recuerdo de los sucesos,
que la dejaron muy sola, y abandonada.

Juan Carlos Favreau

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