domingo, 20 de agosto de 2017

A UN POETA


¡Tú sabías, entonces…!
Por si no lo hubieras conocido,
nunca habrías sido capaz de decir esas cosas.
Extraño crepúsculo de alegría, que también sabías
toda esta pesada pena.
Tu amistad vaga perdida a través de los siglos.
Calma el fuego de la fiebre.
Y cuando me quedo dormida, cómoda,
se nota como sentado junto a la cama, como un padre,
y sostiene mi mano.

Del libro PAÍS OCULTO de Karin Boye -Suecia- Traducción Hebert Abimorad
Publicado en Periódico de poesía 99

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