domingo, 16 de julio de 2017

ROZAR NUESTRA LOCURA


Fue entonces donde él la apretó contra su pecho y rozó sus labios, deteniendo el tiempo en aquel cuerpo que por primera vez tocaba de forma física aunque para él significara seguir soñando.
Ella no se podía entregar más.
Fue en ese momento donde echó a volar aquella bandada de pájaros que anidaban en su estómago que revolotearon cada órgano de su cuerpo.
Desde lo más profundo de su ser deseaba que no cesaran de volar aunque aquello significara rozar la locura.

Camila
Participante en el VI Certamen de Microrrelatos Libre Memorial Isabel Muñoz

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