Los números, amantes de las letras;
las letras apabulladas;
los números en celo
les quitan las ropas.
Los soles se caen uno a uno,
como ojos encendidos;
el arroyo es un torrente
de hormigas en llamas.
Arden
el arroyo,
los números
las letras.
Todo arde y se inflama.
Las letras paren letras ignotas;
símbolos que rotulan
al hombre
numerado.
Del libro Hallazgo tardío de
SERGIO BARTÉS -Argentina-
Publicado en Editorial Alebrijes
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