sábado, 24 de junio de 2017

CÁSCARAS DE NARANJA


Cáscaras de naranja sobre la mesa del comedor, cuatro colillas de cigarro en el cenicero, un cuaderno liso y todo de un mismo color y un poco de tinta ya reseca en el tintero.

Alguien estuvo aquí mientras dormía, hay restos de algún suspiro, estuvieron escribiendo poesía, dejaron unas hojas de papel hechas bola en el cesto donde yo las tiro.

Reviso cuidadosamente puertas y ventanas, comienzo a temer que el intruso aún esté adentro, busco en el baño, detrás de las cortinas y debajo de las camas, pero todo está en orden, todo parece normal por el momento.

Busco aquellas hojas hechas bola dentro del cesto, comienzo a leer lo que parecen unos versos escritos con mi letra, hablan de sentir tristeza por un dolor ajeno, y al mismo tiempo un poco de alegría, de un amor que parece sincero y bueno, pero que en realidad no deja de ser una loca fantasía.

El texto me parece algo muy familiar, una situación que ya he vivido, quizás sea algo de lo más normal, que si puedo hablar, también puedo escribir dormido.

Miguel Ángel Cavazos.

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