viernes, 9 de junio de 2017

¡BUENOS DÍAS, PRIMAVERA!

                             
¡Buenos días, PRIMAVERA, bienvenida a mi vida!
Hoy llegas exultante de tibieza y verdor
trayéndonos de nuevo renuevos tras el frío
y la nieve invernal y los grises paisajes.
Con canéforas vuelves vernal embajadora
cual un hada hechizante con magia de esplendor.
Mensajera florida de NATURA, la madre:
Yo quiero, de tu brazo, volver allá a mi valle
colombiano, do el Cauca sereno serpentea
en las verdes praderas que las jacillas guardan
de mi feliz infancia, cuando al verte, gloriosa
y espléndida y joyante, en huertos y pensiles,
majestuosa en colores, repleta de fragancias
llenando pebeteros, búcaros y juncieras
de cinamono y menta, narcisos y lavandas,
mi madre, jubilosa me dijo: ¡Es PRIMAVERA,
y en tapiz de esmeralda, la escolta el equinoccio!
Ahora soy cual planta transplantada a Long Island;
mas NATURA es la misma doquiera que tu vayas,
y este es un paraíso de ensueño  y  de color.
Las inquietas ardillas regresan a los prados
y los quebrantahuesos, a Shelter Island tornan;
quizás buscando amparo a su ostracismo triste
retorna el negro cuervo, “de fatídica estampa”
-según el campirano  decir entre la gente -;
y allá en California a San Juan Capistrano,
las golondrinas vuelven  buscando su calor.
Cólquicos, tulipanes, pensamientos y nardos
emergen de la tierra con tímida presencia,
mariposas  danzantes en el aire aparecen
a jugar en las flores, a besar las magnolias,
y alados mensajeros de cromáticos  visos,
con trinos delirantes celebran su jolgorio,
se besan en el aire con rítmico cerner
y en silencio amoroso, su nido a tejer vuelven.
Yo quiero, PRIMAVERA, que trasiegues a mi alma,
tu embrujante armonía de color y tibieza;
que pongas en mi mente, tu estelífero plectro
para gastar mis horas  de inspirada pasión,
haciéndole a mi amado poemas de ilusión.
Mis colinas, mi veste, con cendales floridos
cíñeme, Oh PRIMAVERA, y pon tu estro en mis sienes
para en versos de loa, agradecer al cielo
por las limpias pupilas, por la gracia de ver
¡Por verte enseñoreada del edén de Long Island!
¡Buenos dias, PRIMAVERA, bienvenida a mi vida!

Del libro “Baraja de poemas” de Leonora Acuña de Marmolejo 
Publicado en Pensamiento poético

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