martes, 21 de marzo de 2017

UN BARCO DE CENIZA


Un barco de ceniza, cayendo, cayendo, de regreso a casa,
se transforman las flores como la piel del camaleón,
sonidos cascados, en el hondo hueco del alma,
volver en años luz es una aventura imposible,
el sonido de las sirenas opaca las luces de la aurora
boreal. Hay una llamada para ti, en el teléfono
de la memoria. Contesta. Debo volver a casa.
Caen mis manzanas diminutas, mis pétalos de abril,
mi cuerpo es una luz fosforescente de eternidades,
ya suenan los compases de los motores: volviendo a casa.
Mi cuerpo cayendo a la deriva, cayendo, cayendo,
la cuenta de regreso comienza en la computadora,
uno, dos, tres, cayendo, cayendo, en la inconsciencia,
Mis últimas palabras... Se cortan... Un espanto...
uno, dos, tres, cayendo, cayendo, en mi inconsciencia,
éste es mi hogar, volviendo a casa, volviendo a casa.
La cuenta comienza: uno, dos, tres, volviendo a casa.

Gerar Diaz

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