viernes, 30 de diciembre de 2016

DON QUIJOTE EN EL PAÍS DE LA REALIDAD AUMENTADA


 —¡No vuestra merced! No son gigantes sino molinos de viento, esque no comprende, todas esas novelas de caballería que leyó son un software instalado en el hardware de su cerebro que le hacen ver la realidad aumentada con…
 Sancho Panza guardó silencio asombrado de sus propias palabras.
¿Qué disparates estaba diciendo?: ¿software, hardware, realidad aumentada? Acaso estaba siendo
presa de una locura semejante a la de su amo. El escudero rebuscó entre las árganas de su Rucio y sacó el extraño objeto que le regaló la entidad virtual.
Presionó el dedo donde le indicó y un brillo ocupó la superficie como aguas cristalinas de la pantalla del smartphone. Inició el juego que dijo estar basado en sus andanzas.
 «Sus aventuras inspiraron la tecnología de la realidad aumentada holográficamente… La locura de
Alonso Quijano fue el primer gran ejemplo de realidad aumentada en la ficción literaria… mucho mejor que la Odisea de Homero».
 Sancho recordó esas palabras de la entidad, quien además le dijo —antes de regresar dizque al futuro— que el juego en verdad era una imaginación aumentada, pues operaba en la mente de Miguel de Cervantes, su creador: «Eres un proceso sináptico en su cerebro con un patrón electroquímico definido el cual hemos identificado con un software controlado por nanobots… de manera que cada vez que…». La exclamación de Don Quijote lo sacó de su  ensimismamiento: «¡No fuyades cobardes y viles criaturas que un solo caballero es el que os acomete!». El Caballero de la Triste Figura ya se
prestaba a arremeter contra los molinos de vientos. Sancho tocó el símbolo del gigante en la pantalla e inmediatamente los molinos se convirtieron en verdaderos gigantes.
Se santiguó, asombrado por esa magia que hacia realidad la locura de su amo.
 Miguel de Cervantes miró confundido el manuscrito de su novela, preguntándose el porqué del cambio. Preocupado, decidió tomar un descanso. No quería terminar como su personaje, pues él también había sido un fanático de las novelas de caballería.

Odilius Vlak —seud.— (República Dominicana)
Publicado en la revista digital Minatura 153

No hay comentarios:

Publicar un comentario