martes, 31 de mayo de 2016

¡NO LO HAGAS!


Llevaba mucho tiempo investigando la deep web, estaba decidido a encontrar esos archivos que un puñado de valientes que trabajaban en el gobierno lograron sustraer y compartir con aquellos que se atrevieran a bucear en esas aguas tan oscuras.
Muchos de sus amigos tanto de la universidad como de los foros en los que estaba inscrito le decían que era mejor no meterse en esa cloaca llamada red profunda, que era posible que cayera en alguna trampa del FBI. No escuchó, compró un ordenador portátil de segunda por internet que luego destruiría, no sería tan tonto de usar el propio, utilizaría proxy y la wifi de un vecino.
Luego de descargar y abrir el Tor Browser empezó a utilizar todos sus conocimientos para adentrarse más y más en la oscuridad de una red sin controles, tan concentrado en lo que hacía que no notó cuando su mamá entró y le dejó el plato con la cena en una esquina del escritorio.
Pasó el nivel 4, el Sistema Shell y por fin llegó a la Derivación Polimérica Falcighol.
Este era el punto más peligroso, un mal paso y Guantánamo sería su siguiente parada, ya estaba cerca; el contenido gubernamental más secreto estaba al alcance de un click. Se felicitó por su pericia, ya era casi de madrugada y la comida se enfriaba en el plato.
Allí estaba, temblaba de la emoción; las Web Marianas. De pronto un mensaje apareció en la pantalla: No lo hagas!
Cerró el mensaje, no lo asustarían.
La mamá lo encontró casi a mediodía, la mirada perdida y un hilillo de saliva corriéndole por el mentón y en la pantalla del ordenador la confirmación de que la unidad C:\, se había formateado
completamente.

Ariel Carlos Delgado (Colombia)
Publicado en la revista digital Minatura 148

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