Por aferrarte a mi cuerpo,
recurres a lo incoherente,
mas mi mente está inerte
desde hace ya, tanto tiempo.
Mi amor por ti está muerto,
junto a ti yace su cuerpo;
para ti, él, no más existe,
hoy volví en mí, despierto.
No estaré de mi extraviado,
quiero vivir ya consciente,
que por largo lapso ausente,
se atrofió mi subconsciente.
Cual pájaro emancipado
con su espíritu aturdido,
quiere volar, y no puede
salir de su irreal encierro.
Le anidaré en cuencas manos,
le ungiré amor, ánimo, ¡halo!
y en el chispazo de un rayo,
renovará su plumaje.
Omar Aburto -México-
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