lunes, 31 de agosto de 2015

EL DÍA QUE PASA


Se olvidarán, un día de él,
como se olvida siempre,
su atardecer furioso,
cuando llega la noche
y todo se va sosegando,
pues dejó su furia atroz,
muy lejos, muy atrás...
en guedejas muy rojas,
sobre un horizonte añil,
inestable y evanescente.
El día ya consumido,
se dormirá muy plácido,
entre todas las estrellas,
las más cándidas y dulces,
lo acogerán con amor.
Al cerrar sus ojos,
al dejar su frágil vida,
en manos del sueño.
Para soñar toda la noche,
hasta el amanecer...
del próximo día que espera,
llegar a ser, para morir
y así, volver a renacer
en otros días sucesivos.

MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-


No hay comentarios:

Publicar un comentario