martes, 31 de marzo de 2015

LA PLAZA DE LAS DIEZ CULTURAS EN SEVILLA


Creo que Sevilla es una ciudad donde bien se debería poner una ventana, una arquivolta, un capitel románico en su catedral, y que sea en las fachadas que miran a la Plaza del Triunfo. ¿Por qué? Pues miren ustedes, en esa plaza se puede ver lo que tal vez no se vea en ninguna plaza de Europa o tal vez del mundo. Y es que, menos el arte románico, nuestros ojos pueden contemplar en el espacio único de las dos plazas: Triunfo de la Fe y Virgen de los Reyes, todo un recital de órdenes artísticos que se han producido en Occidente o al menos en Europa.
Hay muchas plazas en Europa muy dignas de mencionar, como la Plaza de San Marco, en Venecia, Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, Plaza Mayor de Salamanca, San Pedro en el Vaticano y muchas más, pero en ninguna de ellas se verá el fenómeno tan singular que se puede observar en Sevilla. En la conjunción de de estas dos plazas sevillanas y sin salir de ellas, usted puede deleitarse con la mirada y hacer un recorrido visual por todos los órdenes artísticos europeos, excepto uno: el románico.
Hagámoslo pues:
- Por favor, miren al Real Alcázar -el palacio más antiguo de Europa- de estilo mudéjar y a sus tapias califales.
- Siga con su mirada a la catedral, a la llamada Puerta del Príncipe. Es el gótico primitivo lo que le va asombrar, seguido de la puerta neogótica ya mencionada. Toda la mirada recorre la puerta de Las Campanilllas y la de los Palos.
- Le sigue la elegancia estilística del cuerpo almohade de la Giralda de siglo IX.
Sigan su mirada hasta la base y encontrarán dos lápidas romanas procedentes de la bella Itálica.
- El arte visigótico se representa en seis capiteles impresionantes que se encuentran en la capilla de la Granada o San Onofre, al lado de la Puerta del Lagarto.
- Arte islámico musulmán en los muros del patio de los naranjos y Colombina.
- Nos adentramos en el arte renacentista, que no es nada despreciable; es el estilo herreriano del Archivo de Indias, el plateresco de la Sacristía Mayor y Capilla Real. Y hacia arriba, surcando el cielo de Sevilla, el hermoso remate manierista de Hernán Ruiz en la torre, la Giralda.
- En frente el Convento de la Encarnación nos nuestra su sencillo e inmaculado arte mudéjar.
- El omnipresente barroco sevillano lo deleitará en la soberbia fachada del Palacio Arzobispal. Magnífico ejemplo del orden barroco.
- En otra línea, nos encontraremos el estilo neoclásico en la fachada de la Casa de la Provincia y antigua cilla.
- Recorra su vista por casas privadas de estilo regionalista como la que se encuentra haciendo esquina con la calle Mateos Gago.
No se puede pedir más. Con un simple paseo de no muchos metros podemos contemplar, estudiar si nos apetece, 10 órdenes artísticos de Occidente, en un no extenso espacio donde la fusión de los estilos produce una armonía no sólo a la vista, sino que también conforta el espíritu. Por ello, no estaría de más que el gran ausente -el románico hiciese su presencia, aunque sólo sea testimonia. Y así, sin quitar los nombres de las bellas plazas, también llamarle: la Plaza de las Culturas.

Paulina Sanjuán Navarrete (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 25

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