sábado, 28 de junio de 2014

EN LA ESQUINA


Es el menester más viejo
que cuentan nuestros anales
pues, en tiempos de vestales
ya manejaban sus tejos.
Oficio duro, sufrido
y tierno donde los haya.
En clientela canalla
su trabajo es repartido,
porque va dejando amor
por un pago miserable
y sirviendo a indeseables
que le reportan dolor.
Las mujeres de la vida
-de vida fácil se dicetienen
que echarle narices
para ser reconocidas.
Muchas son desheredadas,
malditas de la fortuna,
empujadas por la hambruna
a una vida desgraciada.
Piden se les reconozcan
derechos que otros tenemos
y que no las despreciemos
tratándolas como moscas.
Sesudos gobernadores,
id desechado el cinismo
que quizás vosotros mismos
pudieron calmar ardores.
Por tal se les considere
y se les trate con tino
que, si erraron el camino,
ante todo son mujeres.

Urbano Parrilla
Publicado en la revista Aldaba 17

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