viernes, 31 de enero de 2014

ES UNA NOSTALGIA QUE PESA


Es una nostalgia que pesa
sin hacerte ya llorar,
porque los años te demuestran
- a pesar de nuestros esfuerzos
por todo lo contrario -
que la vida cambia,
que las palabras y promesas….
se quedaron en eso… en vanas palabras y promesas,
que el amor se transforma,
la niñez se enlutece con el tiempo
y la vejez da paso a nuevas savias.
Que la transparencia se convierte
en opacidad;
el pulso ya no es firme
y tiembla pesadamente
cuando estampamos nuestra rúbrica.
Que hemos desperdiciado tanto tiempo…
irrecuperable del todo,
no sé muy bien si por azar del destino
o porque el ser humano tiene una gran virtud:
complicarlo todo en exceso.
Y en la vida suenan acordes a contratiempo,
partituras que debemos interpretar con dignidad
sin que nos hayan enseñado cómo interpretarlas
ni la melodía adecuada a cada momento.
Y si salimos ilesos,
sin rasguños que nos devoren,
sin traumas que nos hagan devorar,
sin fisuras que nos maten
sin heridas que nos hagan matar,
la vida nos habrá demostrado
que somos unos
SUPERVIVIENTES
- esperemos que, también, con dignidad -

María José Mielgo Busturia (Bilbao)
Publicado en la revista Aldaba 17

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