sábado, 30 de noviembre de 2013

LÍMITES


Lengua tejida que matará cada trampa
iluminando vasos terrenales,
pero jamás la leve audacia, los fervores del íngrimo.

Porque primero fue la danza borradora
de cautelas claras como redes
y ahora será sólo el enigma
la simple maravilla que juega y juega.

Oír a Gounod sentado entre las ratas
no puede ser una señal. Todo
lo que es, es vértigo sonable,
verdad abierta del incrédulo, margen.

Estilo de ir en huesos hasta el punto
que ya borraron los cuchillos,
llanura en que el horizonte quedó atrás,
todo, al final, para mejor compartir el polvo.

ROQUE DALTON -El Salvador-
Publicado en la revista Fuegos del Sur

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