miércoles, 30 de octubre de 2013

UN CASTILLO, UNA ESPADA, UN REY

Eras un joven aún
atendiendo a tu señor.
Un escudero, un simple paje
con sueños de ser
un caballero.

un día cualquiera
un poco atolondrado
necesitabas una espada
y fuiste al claro del bosque
donde allí clavada en la piedra.
Lustrosa y majestuosa
ella se alzaba.

Sin dudarlo un instante
la asiste por su puño
y sin un leve esfuerzo
la sacaste de la roca
donde por años
había estado enclavada.

Todo el pueblo quedó perplejo
y hasta tu caballero
se preguntaban como un simple niño
la empuñara de tal modo
y sin esfuerzo alguno
la sacara de su cautiverio.

Contaba la leyenda
que quién lograra empuñarla
se convertiría en su rey
sin más nada.
sin quererlo, sin darte cuenta
no te convertiste en caballero
sino en el monarca de todos ellos.

Y en lo alto de un risco
estaba el castillo
que fue tu morada
Camelot lo denominaste
alto, soberbio, espectante
donde reinarías en armonía.

Fuiste un rey justo
así lo dice la historia
junto a tu espada Excalibur
que en tu mano fue justiciera
para quién quisiera invadir
o promover la guerra en tu tierra.

Lograste tener tus caballeros
lo que tanto ansiabas
que alrededor de la primer
mesa redonda, eran todos
iguales en sus derechos.

Y te enamoraste perdidamente
de aquella bella doncella
Guinevere, sin nunca imaginar
el odio tan intenso
que Morgana la hechicera
tu media hermana
tendría por ti.

Y entre el amor y el odio de la bruja
engañado con astucia y brebajes
engendraste en ella
aquel hijo, que sería
tu desdicha.

Morhead, así se llamaba
hijo de Morgana la hechicera
quién heredó su odio
y terminó en tragedia.

Fuiste herido de muerte
y depositado en un barca
cruzaste el lago oscuro
para llegar a la tierra
sagrada de Avalon
donde descansaban los muertos.

Y Excalibur tu fiel compañera
tu brillante e implacable espada
voló por lo aires hasta
lo más profundo del lago
donde permanecería eternamente.

Que fue de Camelot
de Morgana la malvada
de Guinevere la reina.
Y de tu predilecto caballero
Lancelot y su amigo Sir Galahad.

oh rey Arturo
discípulo de Merlín
el mago bueno.
Oh rey Arturo
en el imponente castillo
aún siguen sintiéndose
entre las piedras de sus paredes
tus hazañas con Excalibur
tu espada legendaria.

Diana Chedel -Argentina-

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