martes, 30 de abril de 2013

¡QUÉ DOLOR!


Fragmentaste mi alma…
para con mórbido placer
gozarte en cada pedazo
Desprendida de ella-

No hay lugar para el dolor
De este amor hiciste un sainete de burlas
Y te placías, te burlabas cuando inocente Yo
balbucía te quiero, bañándome de miedos y temores.

Ahí me llevaste tu, a un calabozo sin salida
Me enfermé con el síndrome de Estocolmo.
No podía huir, el amor y miedo me focalizaban
Hechizada me llevaste al cadalso de las penas
Y con el arma de tu vil traición me fusilaste.

Hoy, resucitada del dolor y pena
he aprendido a quererme por encima de todo.
Y recordarme por siempre “Qué quien ama con amor verdadero
No traiciona con burlas, engaños, ni mentiras”


Lesbia Gómez 


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