domingo, 31 de marzo de 2013

DIARIO DE UN POETA, ENAMORADO DE LA VIDA


Aunque parezca una contradicción con el título del artículo cada día que pasa en mi vida y a medida que voy madurando me siento menos enamorado de la vida, yo que siempre he sido un vitalista inmisericorde y creo más en la vida, que “en el más allá”, porque ya en tono jocoso, nadie ha vuelto para contarlo y quizás pueda haber otra forma de vida, que no se parezca a la humana y nos reencarnemos después de la muerte en otra cosa o en otro ser viviente, pero para eso hay que tener una fe profunda y yo en ese aspecto me parezco a Sto. Tomás que si no lo veo, no lo creo. Además con los años cada vez creo en menos cosas, me va envolviendo sin remedio la cruda realidad cotidiana, que me absorbe por completo y huyen de mi cerebro, fantasías, ilusiones, sueños y eso sé que es algo grave, pero que lo voy a  hacer si me ocurre, si alguna persona de las que me leen no le pasa, que me envíe “un emilio” y será un caso raro a tratar “ por la ciencia de las humanidades” … y de discutir en diversos foros o en las redes sociales “chateando” en Internet como un fenómeno paranormal…En esta sociedad que nos ha tocado vivir olvidamos cultivar y formar nuestro espíritu a través de la lectura o de conversaciones profundas filosóficas, pero las prisas, el ritmo de vida que llevamos, lo ahoga todo, vivimos en nuestras individualidades, pensando solo en nuestro bienestar económico y social, en no complicarnos la vida y divertirnos en nuestros ratos de ocio y nos convertimos en “pobres de espíritu” aunque seamos ricos económicamente y como creo que dijo Jesucristo de qué le sirve al hombre atesorar riquezas, si su alma está vacía y aunque soy algo agnóstico, aquí llevaba mucha razón el Hijo de  Dios al lanzar ese mensaje sublime…

Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-

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