domingo, 31 de marzo de 2013

NADA SON


Una luz surgida entre la bruma
alumbra un montón de cuerpos amontonados
donde el rojo seco lo ocupa todo
atrayendo un sin fin de moscas
que revolotean escondiéndose
del persistente rayo de luz.

Pero a todos esos cuerpos acribillados
poco les importan las moscas,
la luz, la sangre, los gritos
y dolor de sus mujeres e hijos,
para ellos ya ni el silencio es importante.

Nada son y en la nada están.
Quizás quede flotando en el aire
su postrer grito antes de caer al suelo.
Quizás ese grito lo recoja algún oído
allá en el lejano horizonte
donde una nueva luz surge de la bruma.

Del libro inédito Confusión de JOSÉ LUIS RUBIO

INSPIRACIÓN


Yace, duerme en las sombras de la mente
la predilecta musa que me inspira,
entre sus manos de cristal, la lira
que acompaña su canto sugerente.

Al sentarme a escribir, turbo el ambiente
de mi ático mental; ella se estira,
desperezando su quietud, suspira,
y abre la claraboya. De repente,

la luz, en avalancha, se apodera
de su imagen desnuda, y yo a la espera
de que inicie la magia de su canto.

Al fin resuena en mi interior. Transcribo
cuanto ella me transmite, y no concibo
reflejar por mí solo risa o llanto.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

SULTÁN Y MININA


Hoy quiero contarte un cuento.
Mi perrito Sultán, es un perro bailarín,
que gira sobre su rabo, en perfectos remolinos,
y esas patitas pequeñas hacen lindos farolillos.

Por sus graciosas piruetas yo, muchas veces me río
Y como la gata blanca, es un poquito envidiosa,
a veces de entre la hierbas, salta hacia él muy rabiosa,
ha querido darle un susto, porque se ha puesto celosa.

¡La Minina es una fiera, si no le pongo cuidado!.
No comprende que Sultán, es un perrito bebé,
Y como es tan mimoso, se ha enfadado con él.
Hay veces que se pelean, con pequeños arañazos,

Sultán se pone muy serio,
¿Me da pena , ¡Pobrecito!, cuando lo veo tan triste
lo tomo entre mis brazos, y le doy muchos besitos.
Más, tengo que regañarle.

¡Tu, a tu cesto!, tu, a tu alfombra!.
¡No quiero veros enfadados!.
Los dos me miran muy fijo, con el ceño bien fruncido.
Con esos ojitos bajos, y los párpados caídos,
agachan sus cabecitas, haciéndose los dormidos.

Y yo, los miro feliz, pues al fin han comprendido,
que cuando crezca Sultán, serán muy buenos amigos.
En sus camitas se parecen a bolitas de algodón,
Los contemplo a sabiendas que, aprendieron, su lección.

María Ángeles López
Publicado en el facebook poesiaparaniños.desdecerralbaparaelmundo

A VECES


A veces, busco lunas en tus ojos,
me bebo el agua a tragos de los ríos,
lamo en los cuencos de la luz vacíos
de tus acantilados-labios rojos;

me pierdo por la bruma y los deshojos
buscando entre la espuma, a ellos –los míos-,
huyo de la verdad con desvaríos
hundiéndome en la mierda y sus despojos.

Y bajo el tobogán…Y pierdo altura,
caigo en tu cama -mal- con calentura
y, como un niño enfermo en tu regazo

me rindo a las caricias, entro al lazo
de tu amor, de tu cuerpo y tu ternura:
y, algunas veces, muero en un abrazo.

Antonio Ramos Olmo. ESPAÑA.

HIMNO POR LA APOSTASÍA


Llegó la hora de apostatar,
ser coherente con mi verdad,
que no me nieguen este derecho
porque no pienso resucitar.

¡ Apostasía, apostasía!..
Es más hermosa la luz del día
para gozar el instante pleno
que la dogmática tontería
del penitente o el nazareno.

Yo pertenezco a la humanidad
y en una secta no quiero estar.
No soy amigo de un dictador,
soy partidario de autogestión.

¡ Apostasía, apostasía!,
que no soy rata de sacristía
ni soy oveja de tu redil:
soy pajarillo que abre sus alas
en pos de un mundo por descubrir.

Quiero armonía, quiero amistad,
¡hágase pronto mi voluntad!,
que yo me siento mucho mejor
cuanto más lejos la religión.

¡ Apostasía, apostasía!,
que no me mola la clerecía.
De mis principios soy soberano,
vayan con Dios siervos y amos.

Prefiero carne con papa frita
que confesarme con santa Rita,
prefiero el vino de Dionisio
a los ayunos de san Burguisio,
que me achicharren en una hoguera
a vestir santos y encender velas,
prefiero espacios de libertad
antes que un voto de castidad,
prefiero sexo de noche y día
que comulgar con santa María …

¡ Apostatar, apostatar!,
para crecer y evolucionar .

BENITO GALLARDO MARTÍN

ME LLAMO OLVIDO


Me llamo Olvido
de cotidiano
y sin embargo
a mi pesar
hoy me apellidan Nostalgia...
y gravo grava
sobre la piel,
... y apilo ocres
en la columna,
y enraizo rejas
en las pestañas…
¡Me llamo Olvido!
…Y sin embargo
en días rebeldes
al calendario
me sorprendo en el deleite
de ordenarme los cadáveres

Amaya Martín

EL CANTAR DE LA SAETA


¡Silencio!, que arde la sangre
que se agolpa en cada vena,
y va desgarrando el pecho
un cuchillo de tristeza.

¡Silencio!, que mil punzadas
de dolor y de impotencia,
atraviesan la garganta
para liberar cadenas.

¡Silencio! que en vuelo alto,
desde una herida ya abierta,
hasta perderse en el aire
va el borbotar de una pena.

¡Silencio! que a pie de trono
o desde un balcón cualquiera,
el sentimiento andaluz
se derrama en primavera.

¡Silencio!, que canta el alma
con ansia de luz eterna.
Entre la Vida y la Muerte
va la fe que se renueva.

¡Silencio! que de emoción
las entrañas se le quiebran.
¡Silencio!, por Dios, ¡Silencio!
que es oración la Saeta.

Carmen Aguirre -Málaga-

MANOS MARCADAS


Como huellas en la arena
dejadas antes de la tormenta
como surcos por piedra caliza
por años de roderas de agua
como mantos de cofrades
en Semana Santa
como mapa de piel curtida
por el duro trabajo,
así era ella en su interior
cada palabra dicha
cada gesto realizado
cada paso dado
solo eran causantes
de su inmenso dolor.

Eva María Villalvilla Orzáez.

DESPIERTO PARA TI

No podré dormirme,
solo de pensar
con la ansiedad
de no acariciar tu cuerpo,
esos instantes podría morir
solo con la inexistencia
de tu piel sin llegar a razonar,
arlequín burlando tus curvas
besando tu cuello
son sueños que ya,
despierto conjugan
tu savia en mis labios,
como para no dormir.

Juan Manuel Mochón -Granada-

DIARIO DE UN POETA, ENAMORADO DE LA VIDA


Aunque parezca una contradicción con el título del artículo cada día que pasa en mi vida y a medida que voy madurando me siento menos enamorado de la vida, yo que siempre he sido un vitalista inmisericorde y creo más en la vida, que “en el más allá”, porque ya en tono jocoso, nadie ha vuelto para contarlo y quizás pueda haber otra forma de vida, que no se parezca a la humana y nos reencarnemos después de la muerte en otra cosa o en otro ser viviente, pero para eso hay que tener una fe profunda y yo en ese aspecto me parezco a Sto. Tomás que si no lo veo, no lo creo. Además con los años cada vez creo en menos cosas, me va envolviendo sin remedio la cruda realidad cotidiana, que me absorbe por completo y huyen de mi cerebro, fantasías, ilusiones, sueños y eso sé que es algo grave, pero que lo voy a  hacer si me ocurre, si alguna persona de las que me leen no le pasa, que me envíe “un emilio” y será un caso raro a tratar “ por la ciencia de las humanidades” … y de discutir en diversos foros o en las redes sociales “chateando” en Internet como un fenómeno paranormal…En esta sociedad que nos ha tocado vivir olvidamos cultivar y formar nuestro espíritu a través de la lectura o de conversaciones profundas filosóficas, pero las prisas, el ritmo de vida que llevamos, lo ahoga todo, vivimos en nuestras individualidades, pensando solo en nuestro bienestar económico y social, en no complicarnos la vida y divertirnos en nuestros ratos de ocio y nos convertimos en “pobres de espíritu” aunque seamos ricos económicamente y como creo que dijo Jesucristo de qué le sirve al hombre atesorar riquezas, si su alma está vacía y aunque soy algo agnóstico, aquí llevaba mucha razón el Hijo de  Dios al lanzar ese mensaje sublime…

Juan Montero Lobo “Visnú” -Segovia-

NOUVELLE


“Me miró sin hurañía, pero con tímida atención concentrada...”
“En el fondo de su hurañía se ocultaba la necesidad más categórica de calor humano.”
Eduardo Mallea (“Los Rembrandts”)

Y era así como ella
lo hacía y era

Y más a mí, conmigo

No llegaría a ignorar completamente
cuánto de sí
querría darme.

ROLANDO REVAGLIATTI -Argentina-

PREGÓN EN DESIERTO


(Por el séptimo aniversario de una guerra abierta sin cuartel, en pro del carril-bici, sin treguas y aún sin solucionar por quien le corresponde).-

El carril-“bici” que han hecho
de poco o nada nos vale,
pues el Parque es un circuito
por el cual si de él no sales,
a lado ninguno llegas.
Esto no es ningún avance,
más bien es ir hacia atrás
haciendo parches y parches,
 años llevamos así
y esto “se sale de madre”,
no se tiene en cuenta al pueblo
ni a los que andan por sus calles
en sus bicis, de un lado a otro
accionando los pedales
a fin de que con su esfuerzo
esas máquinas rodantes
con seguridad circulen

sin que molesten a nadie;
y sin que a ellas las molesten
cuando de aquí hacia allá pasen.
El carril-“bici” hace falta
por el centro, AUTORIDADES,
¿hasta cuando hemos de estar
¡machaca, dale que dale
que ya llevamos siete años
un mes tras otro implacables
reclamando este derecho
que tanta falta nos hace!?
Ciudad Real respecto a Europa
tiene que aprender bastante
con respecto al carril-“bici”;
porque el que tiene no vale,
es una ridiculez
hecho a tramos sin enlace.
¡”A VER CUÁNDO DE UNA VEZ
AFLORA LA SENSATEZ”!

Manuel MEJÍA SÁNCHEZ-CAMBRONERO
A “MASACRÍTICA” Y A SU GENTE POR EL GRAN AGUANTE.-

LEONCIO DEODAT: DESCUBRIDOR DE HISTORIAS


Así se llama el nuevo libro de Historia Regional publicado por nuestra Editorial, nuestro título Nº 53.
La Biblioteca Popular y Municipal Florentino Ameghino de Puerto Deseado decidió reeditar en este libro uno completo del historiador Leoncio Deodat, "La captura de la tribu del Cacique Orkeke", que fue publicado en 1937, y junto con él diversos artículos y resúmenes  de trabajos de Deodat.

Leoncio Deodat nació en 1883; se recibió de Contador Público en la entonces Escuela Superior de Comercio (actualmente Facultad de Ciencias Económicas). Trabajó en la administración de los Ferrocarriles del Estado, hasta su jubilación, en Formosa, Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Santa Fe y San Antonio Oeste. Deodat fue un estudioso de la geografía patagónica en general, apasionado de sus costas, sus navegantes y sus misterios. En esos minuciosos estudios, que siempre trató de corroborar hasta el último detalle, descubrió paraderos indígenas, sitios históricos mencionados en antiguos escritos, y las ruinas de la Real Compañía de Pesca en Puerto Deseado. Esas investigaciones fueron reconocidas por el Gobierno Nacional y premiadas por la Comisión de Cultura, que consideró las ruinas como "Patrimonio Nacional". Durante muchos años colaboró en temas de su especialidad en la revista Argentina Austral, la publicación ferroviaria Riel y Fomento, y otras publicaciones latinoamericanas. Fue un destacado colaborador permanente del semanario deseadense El Orden.
En el prólogo, Deodat dice:
"Mientras recuerdo una frase de del Valle Iberlucea dicha en presencia del Senado conjurado contra él: "La cultura de la frase no está reñida con la energía del concepto", escribo, una vez más, sobre cosas añejas de Puerto Deseado con sabor de actualidad.
No lo hago, por supuesto, con miras al bronce estatuario, ni menos halagado por la perspectiva de un suculento provecho inmediato. No trafico con la pluma para vivir hoy en paz con Dios después de haber adulado al Diablo. En el lento desfilar de los años observo con honda tristeza a quienes gustan del placer de ejecutar piruetas de funámbulo en equilibrios oportunistas, para besar a la postre la mano del amo que les castiga.
Tampoco pretendo satisfacer a cuantas personas se dignen leerme, sea para zaherirme, bien para aplaudirme. A los primeros opongo el amparo de Alberdi: "El barro que se me arroje caerá sobre mis hombros como la lluvia sobre el mármol, para blanquearlo", y el pavés de Justo: "Estoy acorazado contra la injuria". A los segundos ofrezco la luminosa sonrisa del agradecido.
 No hago de la befa y el escarnio "mutualidad de yunta y compañero" (Almafuerte). A los espíritus enclenques y a las mentes torvas, el goce histérico de la cizaña. Cuando escribo no me perturba la malquerencia, pues acostumbro decir lo que siento y lo que pienso al margen de las opiniones de mi vecino. No escribo por conveniencias del momento sino por placer.
Trato de ser útil, sin exigir recompensa, a esta porción geográfica argentina conocida en la historia con el nombre de Patagonia. Utilizo la pluma porque no se manejar la tijera del esquilador, la pala del hortelano, el cubilete del afecto al "cacho"; ni he aprendido a correr detrás de alguna triquiñuela burocrática o leguleya para despojar a alguien de un lote de suelo pedregoso cerca de alguna aguada, o enriquecer con celos de catador a los aprovechados dueños de mesones.
Distraigo mis ocios escribiendo, o pretendiendo escribir. Busco siempre, incorregible desliz de mi escasa cultura intelectual, en el saber cuanto adolezca el propio. Y si alguna vez necesito de alguna autoridad o testimonio donde cobijarme, no indago si su nombre aparece en letras de molde en alguna hagiografía, o si se halla subrayado en el Index. El mismo respeto me merece un Saint-Victor –uno de los más puros escritores laicos de Francia– que un Saint-Simón, el utópico socialista francés de la primera mitad del siglo XIX y compañero de Fourier, Proudhon y Luis Blanc. Los apellidos son independientes de las ideas y de los sentimientos.
El conocimiento de la Historia no es patrimonio exclusivo de los individuos de determinada clase social. Para algunos, la Historia es una sucesión de impresiones fotográficas; para otros, un excelente pretexto para dar cierto brillo bituminoso al patronímico cuyo origen buscase siempre en la nobleza y jamás en los campos, en las cárceles o en las fábricas; para otros, estridencia de clarines y retumbar de cañones; y para los menos, una ciencia útil que enseña las leyes que rigen la vida de las sociedades humanas a partir de la época en que el hombre convirtió a un guijarro en arma de combate.
Porque tengo anhelos para el porvenir de Patagonia –que un día me recibió hosca y huraña, y triste me verá partir–, interrogo a su ayer. Porque en él no descubro seres de mitología o héroes de ocasión; porque sé que encierra lágrimas, odios y sangre de hombres del pueblo con quienes no me unen presuntos o reales vínculos de familia, indago y escribo. Y lo hago con la absoluta libertad propia de un hombre falto de lazos familiares en el pasado, de intereses de grupo, o prejuicios sociales.
Si, en consecuencia, la búsqueda de antecedentes por un lado y la curiosidad por otro, trajeron en feliz consorcio y como lógico resultado el hallazgo de acontecimientos poco o mal conocidos; un mejor conocimiento de la geografía histórica de nuestro litoral marítimo; el descubrimiento de sucesos al margen del desenvolvimiento económico y social de la nueva Patagonia; una más exacta visión de conjunto que fue y es preciso extraer a la letra amarillenta de coloniales papeles de oficio y de libros que se hallan al reparo de los traidores zarpazos de hombres felinos, para dar tema a mi pluma, siempre han de constituir, no lo dudo, un reactivo espiritual para el lector grato dispuesto al aplauso que reconforta, como al otro insatisfecho y hosco, amante de la befa y de la diatriba, que si no halaga, estimula. Y así, en trance de ofrecer a ambos la oportunidad de excitar su celo con el frenético batir de las manos o con la burla solapada sin arte e ingenio que mancha de negro la albura del papel, escribo una vez más, repito, sobre cosas añejas de Puerto Deseado, con sabor de actualidad.
Por la fuerza imperativa de la costumbre y exigirlo la lealtad y honradez con que escribo, pongo mi firma al pie. Me subleva la cobardía del anónimo como no me es simpático el disfraz del seudónimo. Así cargaré públicamente con la giba agobiadora de mis yerros.
Voy a ofreceros, pues, la impresión fotográfica de un oscuro episodio de la Campaña del Desierto que se inició muy cerca de donde moráis, deseadenses amigos y desafectos, hacen ya cincuenta y tres años cabales. En vuestras manos queda."

Rubén Gómez 


IMAGINACIÓN


Grito vergonzoso de talento, juego de  ideas y locuras,
niños que se besan debajo de los arboles y encima de las nubes.

Creación del alma, hoguera de tentaciones,  escándalo interior
de nuestros miedos, manos desplegadas en los rostros de la luna,
risas y sarcasmos, máscaras, pecados…

Pensamientos que hacen el amor, vientres que dan a luz el frenesí, cortinas de humo que ocultan espíritus obscenos, agua calmada que forja volcanes en su interior, beso ficticio que le robamos a esa necesidad que nos ahoga…

Imagina…

Un espacio donde se unen dios y el prójimo, para servir el fruto prohibido
al loco creador que muere de hambre.

Del libro Manifiesto al espíritu de MAYDOLL MORALES PÉREZ

ENSAYO SOBRE EL OPTIMISMO Y EL PESIMISMO


(Artículo de 1920)

      Una de las grandes majaderías que cometen casi siempre casi todos los poetas menores, y hasta los mayores, es la de lamentarse de que la vida no sea tan arregladita y bonita como ellos la desean. Y menos mal lo de lamentarse, ya que en un arrebato lírico de dolor y desesperación de almas sinceramente exaltadas, siempre hay cierta grandeza. pero lo que me parece el colmo de la necedad es el ponerse a filosofar gravemente sobre si la vida es buena o mala, color de rosa o negra.
      Casi todos nuestros grandes escritores de España y América, sin excluir a los más vigorosos y realistas, han caído siempre en la manía ésta de darle una tremenda importancia a la actitud que han de asumir ante la vida, si la de un negro pesimismo, o la de un rosáceo y almibarado optimismo.
      Es tiempo ya --mis reverendos señores de la majadería pesimista u optimista- de que alguien se atreva a salir a deciros que dejéis para uso de las señoritas románticas sin ocupación esa filosofía barata --de himno o de gruñido-- del llamado optimismo, o de su compadre el llamado pesimismo, tema que, además de agotado, es imbécil hasta más no poder.
      En efecto, ¿qué forma hay de perder el tiempo más lastimosamente que el ponerse a dar vueltas y más vueltas alrededor de un probrema cuya dilucidación no nos conduciría a parte alguna y que, por consiguiente, nos debe importar un comino?
      Que la vida es buena y usted la ama, o es mala y la odia... Bien... y ¿qué? ¿Qué nos cuenta usted con lo uno o con lo otro? ¿Qué se le da a la vida, a esa cosa inmensa y alucinante de que formamos parte, de que usted o yo, unos granitos de arena, la amemos o la dejemos de amar? ¿Qué diablos le importa al gran remolino vital que nos zarandea que una vocecita humana la alabe o la maldiga, la apruebe o desapruebe en lo que hace o deja de hacer?
      ¿Que le leo a usted, un optimista, y quedo convencido de que la vida es buena y sabrosa? Pues no por eso dejaré de ser un organismo en marcha, expuesto a llevarme un garrotazo y a ver las estrellas a la primera oportunidad. ¿Que leo, por el contrario, a su compadre el pesimista de las gafas negras y quedo convencido de que hago un mal negocio viviendo? Pues no por eso dejaré tampoco de ser un organismo en marcha y expuesto, por consiguiente, a que al volver la esquina me acometa un toro o un acreedor me asalte y tenga entonces que salir huyendo en defensa.. ¿de qué?... de la vida, de aquello mismo de que he renegado.
      ¡Y si siquiera determinaran diferencias reales en nuestra conducta estos dos conceptos, el optimista y el pesimista! Pero no; no hay toneladas de optimismo que me salven del efecto de un dolor de muelas, para no hablar de cosas mayores, como gangrenas, apendicitis, cólicos, paralisis, y las mil y una calamidades físicas y morales que afligen al hombre. Y, a la inversa, no hay toneladas de pesimismo que me lleven a hacer lo único sincero y lógico que debe hacer el pesimista: pegarse un tiro o tomarse un veneno.
      Quejarse, chillar, decir en verso o prosa aquí me duele... Bien: quéjese usted: sobre todo si ello le da motivo, como a Chopín, para componer cosas delicadas y bonitas. Quéjese usted, señor, pero no filosofe, porque filosofar para demostrar lo ya demostrado hasta la saciedad por Schopenhauer, y lo comprobado día tras día por los golpes que sin parar nos descarga la realidad, es una imbecilidad abominable frente a la otra imbecilidad mayor de empeñarse en que estamos en el paraíso.
      Señor optimista, una de dos; o es usted un necio, o es usted un monstruo de insensibilidad. Porque sólo un necio o un monstruo de insensibilidad, de crueldad pasiva --que es la peor de las crueldades-- puede sentirse cómodo y satisfecho ante el cuadro terrible de hambre, de brutalidad, de dolor, de crimen y de voracidad comercial que es hoy el mundo.
      Pero entonces tiene razón el pesimista al afirmar que la vida es odiosa --se me dirá-- No, amigo, no. Claro está que el pesimista ve mejor, es más sensato y afectivo que el cándido optimista, pero tan vacua es su filosofía como la del otro. ¿Por qué?
      No se le puede perdonar a nadie que presuma de pensador el que tenga una concepción tan superficial, tan pedestre, del mundo, que no vea que estamos pegados a la vida, no por la razón, sino por la voluntad, y que contra el "yo no quiero vivir" de la razón se alza siempre, imperativo y triunfante, el "yo quiero vivir" de la voluntad. Con esta voz de mando de la voluntad no cabe discutir. La pócima nos sabrá bien o nos sabrá mal, pero nos la tenemos que tragar de todos modos. Y bien flojo filósofo tiene que ser el que, rebuscando y arañando aquí, en este subterráneo mandato del instinto de vivir que da al traste con los dictados más claros y apremiantes de la razón, no acabe por vislumbrar que en nosotros y por sobre nosotros la voz de mando que dice sí y adelante dentro de nosotros es voz de infinito, voz del cosmos, de todo cuanto en nosotros y fuera de nosotros tiene un sentido de permanencia por encima del sentido fugaz e ilusorio de lo que, en un momento dado, y alucinada por estos o aquellos preconceptos, o estas y aquellas sensaciones, nos dice la razón. La flaca y segmentada razón humana, que no es más que el puntito de luz, de conciencia, de nuestra microscópica e ilusoria individualidad en el seno de la gran nebulosa de la vida universal.
      ¿No es vida todo cuanto se agita bajo nosotros y encima y alrededor y dentro de nosotros? ¿Y no somos nosotros mismos parte de esa vida? O más bien, no somos nosotros mismos la Vida, con todo lo que tiene de consciente e inconsciente, de luz y de sombra? Pues entonces, ¿cómo pretender asumir al mismo tiempo el papel de reo y de acusador, de víctima y de verdugo? ¿A qué sacar cuentas y echar balances cuando el acreedor y el deudor, el debe y el haber, son la misma cosa?
      ¡Qué mala la vida!... Sí; pero ¡qué buena! ¡qué buena cuando así y todo te agarras a ella con las raíces más recónditas y fuertes de tu ser! ¡Qué buena, sí, cuando si sabes mirar más allá de la costra de las cosas, la ves triunfar siempre, penetrándolo, venciéndolo y arrollándolo todo de tal suerte que ya dejas de ver muerte aquí y allá, para no ver en todas partes más que a ella, la Vida. Que se cae, o se seca, o se muere este árbol, y aquel otro, y aquel otro... ¿Sí? Pues asómate, asómate ahora, y mañana, y siempre, y verás el bosque --¡el bosque!-- con los mismos árboles y el mismo verdor y la misma pujanza. Que cae y muere este hombre y aquel otro y aquel otro... Pues asómate y verás en la calle principal de tu ciudad el mismo ir y venir y el mismo zumbar perenne de colmena.
      ¿Qué esto es oscuro y metafísico? Pues volvamos a la claridad, regresemos al sentido común. ¿Se puede usted ir de la vida, señor descontentadizo, aun en el caso de que su instinto vital esté tan débil que se preste --cosa inaudita-- a acatar el mandato de su pasiva razón? No; porque eso que usted llama su instinto de conservación, su voluntad de vivir, es su creencia, su raíz, idéntica a la mía y a la de todos, tan idéntica (¿no lo siente usted?), que en ella y por ella usted soy yo y yo soy usted, los dos somos la misma llama inmortal, la Vida. Y claro está que no hay bala ni puñal, ni veneno que llegue a esa raíz.
      Si pues no podemos segregarnos de la Vida, como no se puede segregar la burbuja de la onda, en lugar de lamentarnos estérilmente o de tratar en vano de rebelarnos, bajemos la cabeza ante el misterio, acatemos y reverenciemos lo que hay dentro de nosostros de indestructible y divino, y con la luz de nuestra razón y el empuje de nuestra intuición busquemos el modo de que cada aurora nos sorprenda más panetrados de su hondo sentido (el de la Vida) y más ansiosos de servirla, y amplificarla, e iluminarla dentro y fuera de nosotros.

Publicado en el blog nemesior.canales

MIEDO

Sueños de pamela,
mañana de ciudad de dolor.
a veces, me imagino la
vida del niño
antes de nacer,
y, es curioso,
cuando nos paren
los dos sentimos miedo
del saludo que nos
hace la vida.

Del libro " Trozos de vida " de Pedro Javier Martín Pedrós
Publicado en el facebook lecturalibre

MADRUGADA DE VIERNES SANTO


          Escribo en el hueco de una noche de negros desamparos. Los pétalos inermes del tiempo de los hombres traen en esta noche de Viernes Santo espesura de muerte. Muerte de Cristo. Un hecho consumado miles de veces. Y que como siempre resucitará al tercer día.

          Vivimos en el reino de los torpes. Con llanto seco, sin lágrimas, cientos de demonios, en fila silenciosa  usan los narcóticos del miedo, mezclados con la bruma. Deambulan como sombras. Débiles siseos  invocan el nombre de su Dios. Porque sus conciencias son hierbas duras y obstinadas ofrecen, con sus velas, un sol que no existe.

          El día antes, las armas recibían más aplausos que los tronos. Era emocionante ver a los caballeros legionarios paracaidistas haciendo filigranas con el fusil. Esa misma arma que, en otras partes del mundo, convierte la sangre en holocausto.

          Mientras las gentes sigan entusiasmándose con armas, el cielo seguirá procreando lluvias de cuchillos negros.  Como ciego refugio de los miedos, la contrición. Pero en los corazones un páramo amarillo de iras circulares que defienden a muerte las posesiones, antes que a las personas.

          En las filas, jerarquías. Que no todos los “hermanos” son iguales. Para distinguirlos, encajes e insignias. Cuando el último de los últimos no se atiene a las normas un viento de odio sacude la formación. Si es un Hermano Mayor, es una originalidad simpática. Junto al Hermano Mayor, el General, espada en ristre, luce medallas y ropa de bonito. Presume de destierros de hojas de amapolas. Cercenadas una a una con lúgubre vehemencia. A orillas de la bruma, el sueño de las frutas cenicientas, las flores, muerden en silencio el aire dando a la paz que quede en las memorias algo de refugio.

          Que Dios me perdone.

PEDRO JESÚS CORTÉS ZAFRA -Málaga-
Publicado en el blog poetasandalucesdeahora

7


Para Ángel Hernandorena

Llevo dos años ignorando
Que mi profesor de inglés
De toda la vida,
El que me enseñó casi todo lo que se,
El que me transmitió mi amor por ese idioma,
Lleva muerto unos dos años.
Un alumno mío y amigo suyo
Me informó con retraso de la noticia
Hoy durante la tregua que conceden
El café y la conversación
A mitad de la jornada.
Un escalofrío que comenzó
En mi columna vertebral
Se esparció a través de mis brazos
Recorriendo todo mi cuerpo
Sin saber si era una advertencia
O una amenaza hacia todos los que
Enseñamos esa lengua.

Del libro Versos di-versos de DANIEL GRANADO PULIDO -Cádiz-

JOSÉ MONGE CRUZ


Todas absolutamente todas las flores lloran, este fue su
primer disco aún siendo un niño. Paco Cepero, Paco de Lucía,
incluso el mismo "Tomatito" han dejado roncas las cuerdas de sus
guitarras.
Allá en la "Venta Vargas", un vacío se ha quedado en el
escenario hace ya varios años.
Una exposición en la Diputación de Cádiz, tus cantes en los
coches de niñatos que ni siquiera te conocieron o tus temas en la voz
de otra gente. Todo esto de qué vale si tu San Fernando o tu Isla de
León tan solo se acuerda de ti después de 20 años de habernos
dejado.
Muy pocos se acuerdan de los cantes de Chano Lobato, La
Perla, o uno de los grandes como fue Manolo Caracol.
Me pone de los nervios escuchar en algunos de los coches
modernos tuneados algunas de tus letras, si fuera conductor me
saltaría ese semáforo donde parasen a mi lado.
Desde muy pequeño me enseñaron a escuchar flamenco y tus
letras duende y genio. Por día me alegro más de que me hayan
enseñado musicalmente escuchando cositas buenas, aunque sea que
no tenga ritmo ninguno para hacer lo que me gusta.
Se me cae la cara al ver que después de 20 años sin estar con
nosotros, haya gente con tan poca vergüenza que quieran aprovechar
la ocasión para sacar dinero de uno de los grandes.
Se despide, sin más, Jesús Rubio Ramos (El niño que no
habla). Hasta siempre José Monge Cruz.

Jesús Rubio -Cádiz-
Publicado en la revista Tántalo 65

ÁNGELA


20 de diciembre de 2012. Un rostro, con una mueca congelada, me observa fijamente detrás del mostrador del infecto motel de carretera. Su mirada indolente recorre todo mi cuerpo con la calma del que nada espera.
— ¿Desea una habitación? —
Pregunta sin quitarse el cigarro de la comisura de la boca.
—No. Mi lacónica respuesta consigue llamar su atención.
—Pues si no quieres registrarte, ¿qué demonios has venido a hacer aquí? Me gusta ese aire desafiante que le rodea, reconozco que sin resistencia por su parte, no me gustaría hacer el trabajo.
Comienzo lentamente a bajar la cremallera de la cazadora de cuero roja que deja entrever que no llevo mucho más debajo. Sé cómo es porque mi madre me lo ha descrito a la perfección, y sé que eso le gusta; al menos le gustaba a rabiar cuando vivían juntos.
Se acerca aún más al mostrador. Me dice que siga, que después me dará una recompensa acorde al espectáculo.
Y sigo, la cazadora cae a mis pies, sus ojos me devoran. — ¿No me recuerdas, verdad? Indago.
Ha salido de detrás del mostrador y mira aterrorizado porque no tiene respuesta.
Cree que vengo a atracarle, a robarle el fruto de años de trabajo lejos de ese hogar que un día dejó atrás en otro continente. No imagina quién soy. Era muy pequeña cuando nos abandonó.
Además, debería estar muerta. Hoy hace 20 años que prendió fuego a la habitación dónde dormíamos mi madre, mi hermana y yo. Debía haberle dicho que por buen comportamiento, los de arriba, me han dejado bajar a ver a mi padre. Bato mis alas con fuerza; libres de la presión de la cazadora ejecutan los
movimientos precisos. Mi tiempo expira, sólo espero poder meter en su cartera el número de mi hermana, para que la avisen de su muerte. Al fin y al cabo es su legítima heredera, ella, aunque él nunca se preocupó de confirmarlo, no fue devorada por las llamas.
Desde que me convertí en su ángel de la guarda, esperaba éste momento.
Además, siempre quise hacerle a mi madre un regalo de Navidad tan bueno como se merecía. La pobre sólo conoció los sinsabores de una vida en compañía de un hombre que nunca la respetó.. Salgo fuera; hace frío, mucho.
Subo la cremallera de mi cazadora y comienzo a andar por el arcén, mientras a lo lejos, se distingue el reflejo de unas luces rojas entre la niebla.

Paloma Hidalgo Díez (España)
Publicado en la revista digital Minatura 124

APAGA TU BRILLO, LUNA


Apaga tu brillo, luna
deja la noche en tinieblas
que guiará mi camino
el resplandor de una estrella.
Al azul del firmamento
le robaré sus colores,
con ellos adornaré
tu lecho lleno de flores.
Nos esperan impacientes
lechos de amor y quimeras,
enlazados estaremos
cuando de nuevo amanezca.
Mi piel rozando tu piel,
tu pecho sobre mi pecho
y nuestros cuerpos unidos
en un suave balanceo
como sereno oleaje
de un mar que viene de lejos

Andrés Tello. España
Publicado en la revista Oriflama 21

HA LLEGADO HASTA MÍ TU BOCA


Ha llegado hasta mí tu boca,
en el instante mismo en que la noche acapara
las mil historias que hemos vivido.
Alrededor de tu carne clandestina
desnudas mi excitación
y vacías mis venas,
desmoronas mis ojos oscuros
y haces añicos las piedras que guían mi camino.
Entonces las dos palabras que golpean tus sienes
dicen adiós a mi trémula vida.
Y sólo intento escribir tu sangre en el horizonte
y tu silencio allende tu boca se hace invisible.
Y fluye la música cuando caminas,
callan los labios cuando me hablas
y queman los ojos cuando tu estancia.
Nadie imagina que sueña la mañana,
que se mecen los versos inacabados,
que tu fuego me cala hasta los huesos,
que, lentamente, acaricio el surco de tus ojos cerrados.
Y que una vez anduve por tus labios.

Del libro Olvidadizo de que lo hacía, quise quererte de ENRIQUE ROJAS GUZMÁN -Chiclana-

BAILO


En una habitación, una mujer con pollera corta, tacos y blusa sugerente, de pie, habla a un hombre recostado en la cabecera de una cama. Hay música de fondo. La mujer comienza a bailar.

MUJER:

Yo bailo porque la sangre me mueve, ¿entiendes? (Se detiene, desafiante. Luego se mueve lentamente, al ritmo de sus palabras.) Cojo el ritmo, los pies se escapan del piso, las piernas tiemblan y entro en otro universo. Un mundo brillante y colorido, donde los hombres me rodean; soy una abeja reina cortejada por un ejército de zánganos. (Da varios giros por el cuarto, se excita.) Muestro y oculto, descubro el deseo en esos ojos voraces, me hacen el amor y piden más. Bailo, bailo y soy una emperatriz en una corte, soy la primera estrella de un ballet ruso, soy el tesoro por el que cualquiera de esos hombres correrá mil aventuras, dejando a Harrison Ford como un oficinista. (Apoya un pie sobre la cama, recupera el tono normal.) Cuando bailo no hay noche ni día, no hay dolor ni enfermedad, he atrave-sado el espejo y no pueden herirme, ninguna catástrofe puede acertarme. (Va elevando el tono de voz, enojándose.) Quiero bailar eternamente, quiero borrar las paredes con pintadas obscenas de mi barrio. Varita mágica, con el baile desaparecen los años de estudio en balde, la vista menguada por noches de libros a luz de velas, las mañanas gélidas caminando al Colegio para terminar expulsada. (Vuelve a bailar con más brío.) Déjenme bailar, dejen que mi hijo se convierta en una criatura deliciosa y sana, que pierda esos aparatos que le permiten caminar y respirar traba-josamente. Déjenme, que sube el ritmo y se convierte en furioso, el placer aumenta y se lleva el cuarto oscuro don-de habito, quita los llantos resonando en mi oreja noche tras noche. Bailo hasta que quedo sin aire, el cerebro en blanco, flotando en un espacio que bien puede ser el cielo. Ese cielo al que no llegan las calles del vecindario. (Cae sobre la cama, boca arriba, brazos extendidos.) ¡Libre!, ¡libre de mi historia, vuelo ligera y resplandeciente! (Cierra los ojos unos segundos, se incorpora.) Suban el volumen que mi cuerpo necesita alimentarse de pasos gráciles para que mi alma pueda desayunar sueños. Giro y giro, me convierto en un trompo impidiendo que se perciban mis heri-das y mis defectos. Soy hermosa como una nieve negra, hermosa. (Se termina la música, la mujer queda detenida en un stop.) Hermosa e imposible. Porque desaparezco cuando la música cesa y el encanto vence, cuando me convierto en esa mujer atrapada en una vida miserable. En esa mujer que sólo espera que vuelva a sonar la música para recuperar su verdadera existencia. (Cae de rodillas junto a la cama, apoya su cabeza sobre ella y llora.)
Apagón.


Mención de Honor de Monólogo Teatral Hiperbreve Concurso Internacional de Microficción “Garzón Céspedes” 2012
Juan Pablo Goñi Capurro (Argentina)
Publicado en Los Cuadernos de las Gaviotas


LA LIBERTAD ME TIENE ATADO


La libertad me tiene atado
A un conjunto de praxis
Interés filosófico
Me fundió el conocimiento:
Libertad es verdad
Libertad es el sendero de lo perfecto
Percibí una jungla de asfalto
En la que actuaría. Dadivosamente.

Del libro El alma de la poesía de Rosa Monzón Delgado -Las Palmas de Gran Canaria-
Publicado en la revista LetrasTRL 55

AGUA


La nubes se hicieron carne,
castigando con sus prédicas,
su prodigio y su constante gorgotear,
la realidad del suelo.

Salpicaron la semana de pasión,
de charcos que anegaban de incredulidad
los cuerpos y las costumbres.

Escupieron con dientes cariados,
sus vientres de ballena.

Las nubes pérfidas y lapidarias.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

sábado, 30 de marzo de 2013

ME HAN DICHO


Me han dicho que has perdido la libertad.
Me han dicho que han atado cadenas a tus pies.
Me han dicho que cortaron tu lengua.
Pero ni aún así impedirán
que me entregues tu mensaje.
Mirando tus ojos no necesito
que me hables porque en ellos leo.

Nadie te arrancará la libertad
aunque pongan cadenas a tu cuerpo
o te encierren en un oscuro sótano
porque el viento es siempre libre
y tú no eres sino un viento del sur
cálido y pegajoso que invades
cuanto miras y cuanto tocas.

Déjalos creer que perdiste la libertad.
Déjalos en su error y mañana
tendrán que llenar miles de sótanos
porque tu mensaje será libre
y lo esparcirá el viento rincón por rincón.

Del libro inédito Confusión de JOSÉ LUIS RUBIO

AL CONVERSAR


Al conversar, expresa cada idea
que ha llegado a forjar tu pensamiento;
no el archivo de tu conocimiento,
que entre técnica y método serpea.

El hombre docto exhibe, y alardea
de su saber, sus fórmulas, su invento;
el pensador razona, es argumento
que gota a gota horada o martillea.

Quien piensa tiene la órbita más vasta;
será revelador o iconoclasta,
pero su lógica va a campo abierto.

El sabio es perspectiva limitada,
sima, si bien profunda, confinada;
y tú quieres hablar al descubierto.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

LEONARDO DE VINCI


(Semblanza-1452-1519) 

Acompañado, siempre en compañía /
rodeado de jóvenes amigos, de música y de risas /
de bellas mujeres, de buen vino y de alegre mesa. /
Ay, Leonardo de Vinci, pareces un payaso /
con una corte de jilgueros y arlequines.

Ay, Miguel Ángel, solo /
siempre solo, vestido de negro. /
Te pareces a un sepulturero.

El más Leonardo de todos los seres /
Miguel Ángel, el más ángel de los escultores /

Tu pintas al atardecer, hermano de Vinci /
cuando la luz se hace tenue /
y estalla el arco iris en tu paleta /
una música, un canto, un poema, /
un coral de alegría, un cielo en la tierra. /
Es el mensaje de tus sueños /
Leonardo, aurora de los hombres.


Roberto Romeo Di Vita -Buenos Aires, Argentina-
Publicado en la revista Con voz propia 52



ESPERAR


Los chopos pisan la ribera
y los árboles soportan a los pájaros.
¡Ay! surcos,
¡ay! mulas,
¡ay! arado;
el grano en el suelo
y las bestias surcando.
No quiero
agua en el fuego
ni la luna brillando:
quiero
ranas en los charcos
y el ganado abrevando,
ríos sin juncos
y chopos solitarios,
y la mula, mula,
y el arado, arado;
surcos en el suelo
y yugos esperando.

Francisco Sánchez Ortega -Elche (Alicante)-
Publicado en la revista Aldaba 13

PECADOS CAPITALES


Cogió la gripe y olvidó ponerle el capuchón a la estilográfica. Dejó al hombre del traje gris, frente al portal de su víctima. Cuando se recuperó, el asesino seguía en el mismo sitio y la pluma en el basurero. Había descargado la tinta sobre el escritorio. Su mujer le compró otra pero, aunque lo intenta, no consigue que el hombre se mueva de la farola. A veces se despierta y observa a su mujer mientras acaricia la culata de la pistola que está sobre la mesilla.

Del libro Cuentos iberoamericanos de LOLA SANABRIA (España, Córdoba / Madrid)
Publicado en Los Cuadernos de las Gaviotas

EPIGRAMA


A don Juan el cerrajero
la inseguridad le apura
y monta una cerradura
con mano dura de acero.
Callosas uñas de herrero
dominan metales duros,
y por no ver los apuros
que martirizan la tierra
detrás de cerrojos cierra
los ideales más puros.

Francisco Henríquez
Publicado en Carta Lírica

ESTARÁ AÚN


Estará aún
aquel banco del parque
en el que yo
besaba tus labios
mientras tú
atabas a mi pecho
tus sueños…

MIGUEL ÁNGEL RINCÓN PEÑA
Publicado en su facebook

SUSPIRO POR GRANADA

Cántaros plasmados
llenos de mieles
añoranzas de otros tiempos
entre campanas en las torres
y murmullo de sus gentes.

Plácidos paisajes
cargados de simientes
el tiempo, ese que se divide
entre distancia y mentes.

Frutos caen por encima de la cabeza
maldades a traspié del ruiseñor
que penetra en los oídos
dañando el corazón.

Pasacalles en silencio
como fúnebres entierros
cabalgan por las calles
de Granada y el mentidero.

Serpentean ríos con llantos
del Darro hasta el Geníl
buscando donde esconderse
de una lágrima derramada
por la sierra, manantiales que llegan
por veneros hasta la Alhambra
bajando por el Albaizyn.

De nieves derretidas
hasta la calma,
de mi ciudad empobrecida
del alma que no la ama.

JUAN MANUEL MOCHÓN -Granada-

A MI MAMI...


“Dentro de su vientre estoy
Estoy hablando con ella,
En susurro yo le hablo,
Yo se que me está escuchando,
Quiero beber de sus pechos,
Quiero escucharle una nana
Para dormirme en sus brazos,
Quiero mirarla a los ojos
y que me diga un, ¡¡ te quiero!!
Quiero agarrarme a su dedo
para nunca más soltarlo
Y a si sentirme seguro
En un mundo,
que no entiendo”


Joaquina Cañadas Blanca
Publicado en el facebook poesiaparaniños.desdecerralbaparaelmundo


LUCHA DE CLASES


Se ha muerto la clase media.
Ya la llevan a enterrar.
La oligarquía asesina
Quiere la guerra ganar.

Hay una guerra de clases
Aunque ni la quieran ver.
Todo se vuelven ataques.
El dinero es el poder.
 
Clase alta y clase baja.
Señores seamos prudentes.
No debemos olvidar
Que son los mismos de siempre.
 
Ladrones de guante blanco
Que roban nuestros sudores.
Mientras ellos van brindando,
Malcomen trabajadores.
 
Y suben los precios todos
Mientras bajan los salarios.
Todo son ya beneficios
Para grandes empresarios.

Que el pequeño ya murió
Los buitres se lo comieron.
La puntilla se la dio
Un gobierno traicionero.

PEDROS JESÚS CORTÉS ZAFRA -Málaga-

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

CRISTINA FERVIER

TIERRA MUERTA


El día ya se torno
a oscuros colores sin tiempo
todo enmudecido en grandiosos alaridos
ni un solo latido se puede atisbar
como campo de batalla perdida
todo está,
ya no más risas infantiles
ni música poder escuchar
infinidad de páramos yermos nos vienen a mostrar
la destrucción casi total
de lo que en su día fue nuestro mundo
nuestro hábitat
y ya no lo será jamás.

Eva María Villalvilla Orzáez 

LOS INDEPENDIENTES


Son personas  capaces de llevar a cabo cualquier tarea y/o trabajo, se inclinan por actividades más bien relajantes, como pellizcar cristales en un salón de té, cazar moscas al vuelo, escribir críticas sobre películas como “Independence Day”, guiones para novelas dominicanas, o incluso escupir hacia arriba, actividad esta última muy mal remunerada.


Mabel Malinowski  –Quilmes-Argentina-
Publicado en el blog poesiaenanil


NO QUIERO RECORDAR


No quiero recordar
tu fría mirada
indiferente a mi dolor.
No quiero recordar
la sensación de malestar
que me producía
tu silencio atronador.
No quiero recordar
aquellos momentos
en que gritabas
porque las cosas no salían
como esperabas.
Simplemente
no quiero recordar.

MONSANFER
Publicado en el blog monsanferblogpoetico

ESTE DOLOR DE CUERDA ROTA DE VIOLÍN


"Es tan misterioso el país de las lágrimas...". 
El Principito, Antoine de Saint-Exupéry

En esta isla de no pertenencia
el frío es más frío
y el calor, una suave brisa.
Permaneceré mientras provoque
exclamaciones en lo que desconoces.
Creo que es así.
Tú eres el lado bueno de lo que
no he tenido-vivido-sentido.
La sonrisa porque sí.
La vida fácil, el derecho adquirido
y jamás cuestionado porque
las cosas son como te llegan a las manos.
Tus manos de niño que salta
y de hombre que sigue creyendo en Peter Pan.
No sé por qué le doy la espalda
a la brisa y me preparo para otra tormenta de arena.
Qué más podría hacer.
Ya sé: verte y regalarte lo que soy
y tú nunca has sentido. Tus manos recogerán,
como hacen siempre, una nueva entrega.
Este dolor de cuerda rota de violín
que me acompaña no cesará.
Te querré y admiraré por tus manos
ricas en sí mismas, no por lo cool o fascinante
que me deja a merced del viento en un arcén.
Vas a hacerte un sitio en esta isla.
Aquí todo es más extremo.

MARIBEL MIR ALVIRA
Publicado en el blog carlota-exnihilo

SIMULACIÓN DE MAMONEO. PERO SÓLO EN DIFERIDO, QUE CONSTE


Leo en los periódicos que en este país a la gente ya se la despide hasta por teléfono. Y me pregunto qué será lo próximo, ¿post-it en las taquillas o mesas de oficina? Parece que hay dueños de fábricas que se despiden a la francesa. No es de extrañar que en un lugar en el que se respeta tan poco al trabajador, el pobrecito Bárcenas se vea obligado a defender sus derechos laborales en los tribunales. No nos sorprendamos por tanto si, llegado el caso, un juez le da la razón y obliga a su partido, de no haber respetado la ley en materia vigente, a resarcirle económicamente. Muy justo si es que a este caballero… señor… Mejor, tomando ejemplo de su presidente, que es quien más ha de conocerle, vamos a dejarlo en “esta persona”. Pues bien, muy justo si a esta persona, en efecto, no se le hizo notar correctamente que se prescindía de sus servicios. Se me ocurre que quizá hubiese entre los interesados un malentendido; que puede que María Dolores de Cospedal, esa gran comunicadora, ese prodigio de retórica, fuese la encargada de darle la noticia… Sí, probablemente sucedería así: debieron de hacerse un lío.
Lo que no me parece tan justo es que, habida cuenta de que la financiación del partido se realiza fundamentalmente con dinero de los contribuyentes –no vamos a mencionar aquí las presuntas donaciones de empresas constructoras ni mucho menos nos vamos a cuestionar a cambio de qué se realizaron. Porque nosotros sí que creemos en la generosidad y el altruismo–, hayan de ser los españoles quienes, si se da la circunstancia, resarzan a “esta persona” por los errores de sus patronos. Que son, eso se rumorea, quienes nos gobiernan a todos.
La verdad es que el tema, que empieza a ser propio de un culebrón, ya canta. Y habiendo tanto argumento serio sobre el que resulta necesario reflexionar, también cansa. Por ello y porque, por lo general, no me gusta meterme en las cosas de pareja, procuraré evitar definitivamente las recaídas. A ver si me dejan…

Salomé Guadalupe Ingelmo 
Publicado en el blog hervasencuatrosaltos

CAMBIANDO


Quemó su dietario, salió a la calle con una bolsa repleta y se dijo: «me propongo ser feliz». En la esquina le lanzó un billete al vagabundo, dos manzanas después pagó, sin esperar a recibirlos, tres tiras de cupones al muchacho de la ONCE. Extrajo los recuerdos de la infancia en el parque y los depositó entre los columpios. En sus bancos cerca de la fuente, depositó su boina zamorana y un cucurucho de maíz. En lo alto del puente lanzó comida envasada, su cubertería de plata y todas sus esperanzas. La casa de beneficencia recibió una chequera firmada y su abrigo. Así de esta forma, recorrió toda la ciudad, trufando sus rincones con sus mejores propósitos y presentes hasta que llegó al juzgado, donde le esperaban para conducirlo a la cárcel, eso sí, con buen ánimo.

NICOLÁS JARQUE 
Publicado en el blog escribenicolasjarque

INSTINTO


Cuento los minutos
de la espera eterna,
humedad de labios
recorren mi cuerpo,
nada detiene
el instinto feroz del deseo,
reposa la caricia
en el ángulo claro
de mis senos
y llueve en la árida tierra
donde nacen los sueños,
y se abren los labios de un verbo
muslos entre muslos,
cuerpos enlazados,
silencio,
un silencio de gozo
envuelve los gestos
el suspiro saciado de dos cuerpos.
La noche esta en calma,
las sabanas cubren los desatinos
y un quejido
despierta los astros,
astros que se miran
y se invitan a sucumbir
en la dulce locura del amor.

LÁZARA NANCY DÍAZ -Estados Unidos-

CANSADO DE ESCRIBIR SOBRE PÁJAROS


Cansado de escribir sobre pájaros
de verlos escucharlos cada mañana
de leer sobre pájaros
suaves y rápidos cansado
cansado de esa imagen repetida
acabé con todos
los pájaros del vecindario
después acabé con los pájaros de los poemas
después con los poemas
y por último soñé
soñé que yo era un gran pájaro
y no me animé
bajé el cañón del revólver.

Juan Carlos Moisés -Argentina-
Publicado en la revista Mapuche 63

EL TEATRO CONTEMPORÁNEO


Por Alejandro Salgado Baldovino

Cada día, en cada lugar del mundo, el teatro ha ido perdiendo importancia e interés, en una gran parte porque al público empezó a parecerle falso. El teatro y las famosas máscaras de la tragedia y la comedia, en los últimos años han evolucionado y trascendido en la realidad. El teatro andante que circula por las calles, los montajes y el espectáculo de circo se han vuelto tan normales y comunes, que ya no le creemos al de las tablas.

      Los grandes medios de comunicación junto con los medios masivos de consumo han engendrado y facilitado la labor de producción. Ya que como en toda obra, hay productores, que son los que ponen el divino dinero, y en la mayoría de ocasiones son invisibles. Los directores, aquellos más visibles, que se encargan de dirigir la obra y poner su nombre. También no pueden faltar los actores, principales, de reparto e incluso extras, entre otros, son tantos roles.

      ¿Y el público o el espectador? ¿Quién ve la obra? Hay diversas respuestas a esas preguntas. Lo cierto es que actualmente todas las instituciones del mundo, desde el estado y los políticos, las clínicas y hospitales, colegios y universidades, iglesias y religiones, empresas y distintos sectores, todos siguen un guión y realizan muchas veces un montaje de acuerdo a su conveniencia e intereses particulares. (No quiero referirme a los hechos y noticias específicas, pero en Colombia y en el mundo hay muchos ejemplos ahora mismo, sólo tienen que encender el televisor o leer el periódico).

    Tenemos que abrir bien los ojos y ver más allá de lo que nos muestran, porque estamos siendo engañados. Aunque a veces es más cómodo no ver y quedarnos en la caverna.

      Con el enorme flujo de información que tenemos hoy en día, nunca la verdad y la mentira parecían tan cercanas. Y también es cierto que no es garantía lo que te digan incluso personas o instituciones con “credibilidad certificada”. Ya que con el avance de la ciencia, se han aumentado los estudios sobre el ser humano y su psicología. Estudios que llevan haciendo desde hace mucho tiempo. Toda esa información ha sido usada como herramienta. Hoy en día, muchas organizaciones tienen un mayor conocimiento sobre usted, que usted mismo. Y esa información o conocimiento les da poder.

      Es por esto, que lo que promueven muchos libros de autoayuda y “gurús”, sobre conocerse a uno mismo y amarse a uno mismo, pero de una forma banal, superflua e inútil, no hacen más que continuar y redirigir el proceso de alienación con movimientos que en su mayoría se crean para sacar provecho. Pero nunca había sido tan importante eso que pregonaba Sócrates de “Conocerse a sí mismo”, sobre todo en estos tiempo de pérdida de identidad, en donde se debe mantener a la gente ocupada, estresada, quizás enferma, lejos de los problemas y nutrirlos a través de los medios, con sus propias versiones de los hechos.  
      Todo esto, no es otra cosa que lo que promulgaba Noam Chomsky, en sus estrategias de manipulación mediática, que hace un tiempo publiqué en mi blog. Hay que recordar esos conceptos y siempre mantener la duda, cosecharla e indagar por nosotros mismos. Tu mente es muy poderosa y capaz, tú tienes discernimiento y libre albedrío, así que úsalo de vez en cuando. Lo peor es confirmarse, aunque a veces es lo más fácil.

     Y hay otro grupo un poco más tenebroso, que son los aparentemente conscientes de la situación, pero tan atrapados en su mundo material, “intelectual” o lo que sea, que se preocupan sólo por hablar y opinar. Pero al menor descuido, hacen absolutamente todo lo contrario a lo que predican.

   Y eso es normal, no se preocupen. También eso hace parte del estudio del ser humano y su comportamiento. Nosotros somos seres tan interesantes, nuestro comportamiento, nuestra psicología, todo en cierta forma nos hace amantes de la ficción y del teatro contemporáneo. A veces nos puede repugnar, pero siempre buscamos una forma de adaptarnos y sacar algo bueno de las cosas. Y esto también es bueno, porque aligera la marcha y la lucha. Son las ventajas del teatro, que muchas veces le puedes dar vuelta a tu guión y a tu personaje, ¿o son licencias del escritor? ¿Qué escritor?, preguntas y más preguntas, supongo que sería bueno analizarlo.
      Hoy más que nunca sabemos que no hay tales cosas como buenos y malos, siempre hay un contexto, perspectiva, versiones, etc. Es extraño cuando te das cuenta de que perteneces a una obra y que es difícil salir, ya sea porque no puedes por las distintas fuerzas que te atan o porque no quieres.

      Tómense un día la labor de observar. No sólo en mirar y ver, sino en observar. Y verán lo gracioso que a veces resulta el mundo. Y no me llamen insensible, sé que hay dolor, pero nuestros comportamientos son graciosos. Todos sin excepción lo somos. Muchas veces predecibles, así como el comportamiento de una manada.

      Al principio, pensaba que este iba a ser un texto corto, pero veo que ya me he extendido. Y en estos momentos me encuentro en una encrucijada: No tengo idea de cómo acabarlo. No puedo decir más, creo que la siguiente tarea o ejercicio depende del lector. Continuar y divagar la historia en su cabeza, o quizás olvidarla. Estamos tan acostumbrados a los finales, pero la verdad es que muy pocas cosas tienen finales. Incluso en las películas la historia sigue, muchos la terminan en su cabeza a su modo. Bueno, excepto los que te ponen el letrero de “Fin”. Pero aún así, imaginamos algo más. Así que lo único que se me ocurre es… continuará… en ustedes, y en mí, claro.

Publicado en el periódico digital La Urraka Cartagena

10


En la pared de la casa he visto tu foto
Me molestó verla con lazo negro
El marco dorado está gimiendo como si se hubiera dado cuenta que esto es el símbolo del luto
 Me levanté
Quitando cualquier retrato de varones crueles………
Fuimos llevados en las barrigas de las mujeres……..
Y después hemos sido paridos por  las mujeres……..
Y nos dieron el pecho las mujeres
Y  crecemos entre  los abrazos de esas mujeres……..
Y  pertenecemos —por tanta injusticia—al apellido de un varón….!
Y levantamos en el patio de todas  las casas las fotos de aquellos varones...!

Me cogió el sueño pensando en la foto de mi madre
Colgada en la pared………
Los ángeles de la Resurrección me llamaron
Me  pertenecieron —¡por tanta justicia de Dios!— a mi mamá!

Me desperté con mi ojo mirando a la foto de mi madre colgada en la pared
Aún tiene puesto el lazo negro…….!

Del libro Elegía de una mujer que  no muere de Abdulrahman Yousuf  (Egipto)
Publicado en la revista La Urraka 33

SOÑAR CON ALAS


A Calíope.
Celebrad a la eterna Luna de extensas alas, Musas de dulce voz, hijas de Zeus Crónida, versadas en el canto.
HIMNOS HOMÉRICOS A la Luna (XXXII)

Mirando bajo aquel puente
se sienta el poeta esperando
a Calíope
para que ésta le regale
la elocuencia con la que poder
hacer bella su poesía
en la que narrará
las venturas y desventuras
de un héroe nacido en el siglo veintiuno.

Dice la leyenda que nació
bajo el signo de Leo
compartiendo el vientre
de la madre con su gemela,
tan diferente a ésta
como a cualquiera de los suyos.

Pero la verdadera historia dice
que un mago
había prometido a una señora
de alcurnia
hacer desaparecer el fruto de su vientre.

Aquel bastardo al que
acunaron otros brazos,
al que amamantó
otro pecho
que el de su madre biológica,
creció en la pobreza
con el miedo
que su padre no biológico
le hacía sentir.

Soñaba con la luna
y pensaba que si él
un día llegase a tener alas
iría hasta ella para arrodillarse
ante ella
y pedirle en matrimonio
a la fiel Venus.

Entonces Zeus, arrebatado por los celos,
lo castigó a vagar de por vida
por el mundo de fracaso en fracaso.
Calíope lo encontró bajo aquel puente
y se apiadó de él
otorgándole la elocuencia
para poder llenar de belleza
su poesía.

El poeta amaba con locura
a Venus, tanto la amaba
que le salieron alas
con las que voló
hasta Selene
para arrodillarse ante su eterna plenitud
y le pidió lo imposible.

-Concédeme la eternidad, ¡oh bella Luna, para amar eternamente a Venus!
-La eternidad ya la tienes, es que no la ves –dijo Selene
señalando a Calíope
que se encontraba bajo el puente
recitando con su bella voz
a un grupo de mendigos
de caras sonrientes
el poema póstumo del poeta
al que Vulcano, en un arrebato de celos,
había quemado sus alas.

Calíope (Καλλιόπη, ‘la de la bella voz’); musa de la elocuencia, belleza y poesía épica (canción narrativa).

Del poemario 9 Musas, inédito de Salvador Moreno Valencia. 

DESDE RESENYASLITERARIAS.BLOGSPOT.COM


Reseñas Literarias es un espacio virtual en el que cada día se reseña un libro distinto. A través de la gestión de su responsable, el escritor Amando Lacueva, he podido participar en el mismo desde mi condición de crítico literario, habiendo comentado en él obras de autores de la categoría de Mercedes Pinto, Juan Granados, Dolores Redondo Meira, Santiago Morata o Francisco Legaz, entre otros.
Aunque siendo escritor resulte más difícil hacer una reseña, he de confesar que la experiencia ha resultado fenomenal. Sea por ello esta entrada, en este otro espacio abierto a la literatura, para manifestar a todo el equipo de Reseñas Literarias mi agradecimiento por esa labor en favor de los libros y -cómo no- por su confianza hacia mi persona.

MANUEL CORTÉS BLANCO

SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA


Como dijo Sócrates, sólo sé que no sé nada. Al menos es algo, porque hay mucha gente que ignora incluso su ignorancia, que es tan atrevida que se dedica a opinar de lo que no sabe y, lo que es peor, a valor lo que hacen los demás de su vida privada.

Solo sé –como cualquier otra persona de mediana inteligencia- que el tiempo no pasa, en absoluto, que permanece inmutable a la espera de un golpe impaciente que lo transforme en vivencias, recuerdos, memoria imborrable u olvido pasional. Sólo sé que no se puede vivir desde la tumba, y que el aire no es tan puro ni las fragancias tan embriagadoras cuando se respira desde un cráneo pelado por las edades y los gusanos.

Que nadie se confunda: no hay tristeza en la asunción de las realidades dadas y las que han de venir con absoluta certeza, sólo comprensión y análisis. No hay ninguna tumba bella, ni mausoleos que produzcan dulces frutos de juventud. Sólo existe el aquí y ahora, el presente que nunca está porque se transforma en pasado que se va alejando como un tren en la noche, o en futuro que está a la vuelta de la esquina... o no está porque ese mismo tren nos lleva el día menos pensado.

Solo sé –como cualquier otra persona de mediana inteligencia- que el tiempo está para aspirarlo, estrujarlo, retorcerlo, exprimirlo, besarlo y dormirlo en un abrazo de sueños infinitos, de vivir gozos y sombras, pálidos besos o ardientes desafíos.

Francisco J. Segovia -Granada-

DE MI HABITACIÓN


De mi habitación mil pasillos oscuros,
cada uno sigue su camino y
recorre como arterias,
el universo que inventas.

Mi habitación es como un piano infinito
que manos infantiles atesoran.

Se despliega antes mis ojos,
como un laberinto siempre por desenredar.

Son mil pasillos oscuros que palpitan
como un corazón a la espera de mil ascensores.

Supuran de mi habitación mil dolores pequeños
que gatean salpicando luz e intemperie.

Es todo en mi cabeza una habitación interior,
un colegio, la mugre, la obsidiana, el ardor.

Se derrama insondable la vida,
y no es la vida, mi vida,
como mil pasillos oscuros espejeando esqueletos grasientos.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

viernes, 29 de marzo de 2013

TORO DE SANGRE Y SAL


Hay un toro en mis venas.
Toro de sangre y sal
que lucha por no cornear
a quien me miente sin parar.

No me mientas, compañero,
no me mientas, que el toro de mi sangre
algún día cansado de oír
tus falsedades te derribará.

No me des capotazos a destiempo
que cuando mi toro embista,
de sus afilados cuernos,
nada ni nadie te salvará.

Párate, reflexiona, habla.
Cuéntame porque me traicionas.

Quien te puso en mi contra
si yo siempre creí en ti.

No despiertes a mi toro de sal
que está dormido hace tiempo
y no deseo que se vista
con un rojo vestido.

Olvida lo que te dijeron.
Te engañaron descaradamente.
Yo nunca revelé tu secreto
a ningún estúpido elemento.

Sólo mi pensamiento sabe
y mi corazón sufre
por no contar el misterio
que guardas en tu pecho.

No fui yo quien confesó
tu agrio penar.
Quizá lo repitió el mar
una fría y lluviosa madrugada.

Gotas de sal, gotas de lluvia,
uniéndose en la oscuridad
contándose con celeridad
lo que escucharon al pasar.

O tal vez fue la luna llena
tras la lluvia arrasadora
quien a las sombras húmedas
le habló de tu penalidad.

Deja dormir a mi toro de sangre,
déjalo dormir, que morir en silencio
será para él la mejor corrida
de su líquida existencia.

Del libro inédito Confusión de JOSÉ LUIS RUBIO

A MI MAMÁ...


Te soñé de nuevo
a mi lado,
con tus dulces ojos azules
protegiendo mis pasos.

Otra vez mi cuerpo de niña
buscaba tu abrazo,
mi manita buscaba la tuya…,
para ir de nuevo a coger coquinas
y en sueños te la cogía.

Pero no estabas y lloraba
el pechito se me agitaba

¿Dónde marchaste mamá?

¿Por qué antes de nacer te perdí de vista?

LOLA FONTECHA -Jaén-
Publicado en el facebook poetasandalucesdeahora

EL VALOR QUE RELUCÍA


Presumes de belleza y atractivo
y es verdad que a los hombres embelesas.
Levantando, a tu paso, de las mesas
por lanzarte un piropo seductivo.

Tu orgullo se alimenta, despectivo,
guardando petulancias inconfesas.
Al igual que sombrías vampiresas
que buscan el momento más lascivo.

Me caí en tu red… ¡ilusionado!
pero pronto llegaba a la apatía
sin hallar lo que siempre hube soñado.

Yo anhelaba quererte, y soy sincero,
pero vi que el valor que relucía
lo habías adquirido con dinero.

Ulpiano Ulpy
Publicado en el facebook poetasandalucesdeahora

NO ES LO MISMO UNA CORAL


No es lo mismo una Coral
que ser gallo en gallinero
desde aquí te veo el plumero
después de un temporal.
Te llamas profesional
... igual que Jorge Negrete
y presumes de un falsete
que te llega a la rodilla;
mejor busca una novilla
si quieres comer filete.

Susa Lozano Cáceres
Publicado en Carta Lírica

TRAS DE MÍ


Amarrada a mi espalda traigo mi historia, esa que ningún escritor famoso redacta, esa que tiene sus escapes de luz y también sus momentos de tinieblas.
Quedaron tallados en la silueta del tiempo en pasado, mis recuerdos mejor valorados y memorables, mis soledades prolongadas a causa  de quebrantos en el corazón y también los momentos que dejaron huella en otras mentes y en otros cuerpos.
Tras de mi llevo mil nombres, mil rostros, mil  sensaciones y cantidades inimaginables de pensamientos y sentimientos, llevo esta humanidad que a veces se torna pesada , pero lo más importante de todo lo que traigo son mis sueños , porque es lo único que aunque el sol no alumbre un día para mí , no me permite desfallecer.

LAU MOYA
Publicado en el facebook mariposasenelestomago

VOCES


Ya no valen los temores
cuando se impone la muerte,
porque morir es, también,
que te humillen y dobleguen.
Que te dejen sin futuro,
quitándote lo que tienes,
que te unzan, como al ganado,
con el yugo de los bueyes.
.
Tenemos orgullo y raza
para enfrentar lo que llegue,
y hemos de saber usar
nuestra voz como estilete.
Que se clave en los sentidos
de todas aquellas gentes
que, por no querer saber,
no saben ni que son fuertes.
.
Negro sobre blanco escrita
la palabra no se vende,
y ha de ser el estandarte
que a la oscuridad ahuyente.
En el campo de la vida,
cuando la injusticia vence,
ha de resonar, más alto,
el canto que la enmudece.
.
Voces hay que bajo el agua
ni callan ni se someten,
libres como el aire; y libres
sempre dicen lo que sienten.
Hay otras que por temor
-o porque jamás entienden-
callan cuando han de clamar
o claman cuando no deben.
.
Que se arranquen las mordazas
y en todas las voces suene
nuestra indómita sentencia:
¡la dignidad, se defiende!

María Cebrián
Publicado en su facebook

SEMANA "SANTA"


Hace unos años,
cuando vivía en el centro,
abría la ventana
y ante mí se mostraba
una talla crucificada
y seguidamente
una “virgen” plañidera.
La calle se llenaba de gente
con sus túnicas y capuchas
y aquel olor a incienso
subía por los naranjos
de mi calle hasta mi ventana.
Como representación teatral
no estaba mal.
Ahora que ya no vivo en el centro
oigo en la lejanía
redobles de tambores
y metálicos sonidos
que trae el viento.

MIGUEL ÁNGEL RINCÓN PEÑA
Publicado en su facebook

MADRE DE LA SOLEDAD


Silencio en la noche, callaos,
que repiquen los tambores,
que en procesión va la Virgen,
madre de la Soledad dolores.
Fieles con promesas la siguen,
rosario de fe sus oraciones,
paso a paso la procesión,
silencio los portadores
que en el monte del calvario,
preso entre dos ladrones,
en una cruz crucificado,
agoniza su hijo, amor de los amores.
Y en su Trono de plata y oro
cuajado de suspiros y flores,
¡La Soledad!
Luz de esperanza y albores.
Suena una saeta plañida
crucifixión y clamores,
que clavado en una cruz
tu hijo muere por los hombres.

Madre de la Soledad,
compartir quiero tus penas.
Seguir con mis pasos tus pasos,
en tu manto cobijarme,
llorar cuando tú lloras
y en tu reflejo mirarme.

Rosa Ordóñez Martín.-Estepona-
Publicado en su facebook

OLOR A INCIENSO


Hoy he recordado aquellos dias de pasión,
cuando todo se inundaba de un rico olor.
Olores que son propios de mi pueblo, y de toda Andalucía,
olor a incienso, a limón, a tomillo, y a romero, a naranjos
a la flor del azahar, y todo recordando al pueblo,
reviviendo primavera, aquellas de tanto anhelo.

Desde allí tambien me llegan, recuerdos de procesiones,
cuando acompañábamos los tronos, sintiendo grandes emociones.
Estas son fechas de recordar la Pasión de Nuestro Señor,
Pero que dejaron huella, siempre en mi corazón.

Por eso queridos niños, hoy os lo querido contar,
ya sabéis que las abuelas, sentimos la obligación
de enseñaros estas cosas de nuestro Padre Jesús
que por culpa del pecado, lo colgaron de una Cruz.

María de los Ángeles López
Publicado en el facebook poesiaparaniños.desde cerralbaparaelmundo

CANCIÓN DE AMOR PARA MI PATRIA


Sera porque me dueles,
Sera porque te quiero,
Sera que estoy segura que puedes
Llenarme de palomas el cielo.
Sera porque quisiera que vueles
Que sigue siendo tuyo mi vuelo.

Sera que estas en celo
Velando la alborada
O acaso acumulando desvelos
Por dudas largamente acunadas.
Tan solo se levanta del suelo
El que del todo extiende sus alas

Amada mia,
Querida mia,
¡ay patria mia!
De tumbo en tumbo,
Se pierde el rumbo
De la alegria.
¡vamos arriba,
Que no se diga
Que estas llorando,
Que tus heridas
Mal avenidas
Se iran curando.
Defiende tu derecho a la vida
Y juntas seguiremos andando.

Sera que ya no quieres
Sufrir mas desengaños
Que vives levantando paredes
Por miedo a que la luz te haga daño.
Si ya no vienen llenas tus redes,
Tampoco hay mal que dure cien años.

Quizas en apariencias
Te alejas o me alejo,
El caso es que sufrimos de ausencia
Con un dolor ambiguo y parejo.
Amor no significa querencia,
Tambien se puede amar desde lejos.

Amada mia,
Querida mia,
¡ay patria mia!
De tumbo en tumbo,
Se pierde el rumbo
De la alegria.
¡vamos arriba,
Que no se diga
Que estas llorando,
Que tus heridas
Mal avenidas
Se iran curando.
Defiende tu derecho a la vida
Y juntas seguiremos andando.

ALBERTO CORTEZ

¿QUÉ NOMBRE LE PONDRÍAS A ESTA PENA?


En tus ojos apagados, aún hay luz,
en tu sonrisa, cual máscara de llanto, existe aún picardía,
en tus manos frágiles, aún hay melodía,
en tus pies, cansados y fatigados, aún hay kilómetros,
en tus labios secos, aún se oculta una palabra inspiradora,
en tu alma, aun quedan aventuras y pasiones,
en tu corazón, cual hermoso capullo de alelí, que en su bondad se sumerge, aún
hay fe de amor por los tuyos, aunque no sean tan propios,
en tu dulce y cálido ser, aún brilla, lo sé perdida en el, la esperanza, la hermosura,
la constancia y el sueño irreal…

Porque tú eres esa fuera creadora y atrayente, que conquista sin cesar almas y
corazones perdidos, caminante incansable, amante de sonrisas, creador,
admirable hombre, verdadero hombre que enseña con el mirar, inspirador y fugaz
rey de paz.
La primavera, el amanecer, la bella rosa, el fruto, la belleza coloquial de un amor y
los excitantes atardeceres, no han de comprarse, en lo más leve y vil, con el
encanto y belleza indescriptible de tu sonrisa… De tu majestuoso ser.

Soñar no cuesta nada… Tan solo la vida misma.

Quienes en su erróneo desengaño y abandono, te han robado una lágrima,
quienes vanos, no creyeron en ti,
quienes no supieron valorar aquel corazón de cristal,
quienes, perdidos, vacíos y frágiles te quebraron el alma
algún mañana, lo digo con el corazón, arrepentidos y con un dolor mortal, sabrán
la gran pérdida del ser más sublime. Habrán algunos, que la ausencia no les
llegue, ni el pequeño recuerdo, pues su inexistencia sentimental los acogió hace
ya mucho.

El tiempo es el. Nadie más.

Hoy, decide sonreír cual día de amor,
hoy, ama sin medida,
hoy, cree en ti, más que en la ilusión,
hoy, juega con la vida, con sus golpes, como en aquellos días de antaño, en los
cuales las melancolías eran desconocidas, y la felicidad era constante,
hoy, camina, solo, por las calles, en los suburbios, encuéntrate a ti mismo, y a tus
respuestas atrapadas,
hoy, haz que tu risa retumbe en la piel,
hoy, conviértete en atrapa-sueños.
(Hoy, mañana, en un año, o en tres tal vez, porque el tiempo siempre es,
descubrirás cientos, miles y millares de verdades ocultas en desconocidos, porque
la vida te sorprenderá, te apuesto la mía, tan triste y engañosa).

¿Qué mejor terapia que el silencio?

Tal vez la vida es amor y odio,
o belleza y espanto,
o sueño y pesadilla,
o alelí y flor marchita.
Tú decides que es.
La más grande alegría es la conquista de un sueño… Imposible al mirar ajeno.
Y si la pena es por un amor,
no lo era, porque amor no es pena,
enamorarás a quien lo merezca y tenga el honor,
vivirás a su lado en velos de caricias,
secará tus lágrimas con besos,
sanará una a una las heridas pasadas, las huellas que creíste imborrables.
Y sabrás, cuando sea el momento de volver a creer y amar a quien velará por tu
felicidad.

La soledad es inmortalidad del alma.

¿Cuántas veces te caíste?
¿Cuántas lágrimas brotaron débiles de tus ojos?
¿Cuántos pedazos de corazón dejaste en cada camino?
¿Cuántos sueños abandonaste?
¿Cuántos besos dejaste de robar?
¿Cuántas ilusiones rotas?
Y ¿Cuántos retos vencidos?
¿Cuántos amores apasionados?
¿Cuántas penas olvidadas?
¿Cuántos sueños cumplidos?

Sabrás que has llegado más lejos que cualquier otro… Que aquel que creíste
vencido.

Pero, ¿Quién soy yo, alma mortal, para escribirte?

¿Quién soy para tener el excitante placer de recordarte en letras?
¿Quién soy para darte en cada letra esperanza?
¿Quién soy, pérdida, para escribirte un par de versos que como fin último tienen la
ilusión de robarte en realidades y sueños una sonrisa y una remembranza?
No soy nadie, ni nunca lo seré. Jamás fui. Jamás seré.

¿Basta decir lo ya nombrado?
¿O será el tiempo, caprichoso cual niño radiante, el qué deba hablar por mí?
Dejemos que el tiempo nos robe la calma.
Y si te escribo es porque lo hago con la vida. Y más que ella.
¿Quién, jamás mi ser, pensó que una melodía podría envolver?
¿Quién pensaría, que aquel personaje y aquel experimento serían una constante
preocupación en mí?

Gracias eternas, no contadas, porque el regalo de una sonrisa vale oro. Es riqueza
inimaginable.

Busco, nada más, robar una sonrisa, y quizá alegrías futuras,
alegrar esa vida,
devolver un poco de vida perdida,
porque no soy, espero ser… Espero ser.
Siempre que exista esa sonrisa, esa radiante y luminosa sonrisa, habrá poesía.
Habrán versos. Habrá lírica e inspiración. De mi parte siempre, siempre.

El error es sabiduría. Es existencia.

Vale mucho tu mirar, para que caris bajo te apagues.
Es riqueza tu corazón, para que desperdiciado en dolor palpite.
Valeroso ser, para que oculte el sol en llanto.
Inmortal legado, para que te aflijas.

Lo único que pido, y anhelo sea cumplido, es que éstas letras jamás sean
borradas, especialmente de tu memoria, de tu recuerdo.
Daría mi vida (y lo estoy haciendo entre dolores) por tener el privilegio de robarte
sonrisas. O recuerdos. O una esperanza para volver a creer y ver el amanecer,
más bello de lo que es.

Y pido a la vida, aún no sé si al destino, que cuando te aflijas, o el dolor trate en
actos viles, penetrar tu ser, recuerdes mis letras, no a mí, porque yo no las escribí,
aunque conscientemente, sé que nada me alegraría más… Recuérdalas a ellas,
que dan un poco de esperanza futura, para que te roben un suspiro de vida.

Recuerda éstas letras, escritas con tinta indeleble, sobre una hoja del alma, que
solo buscaron, en un intento fallido tal vez, llevarte al éxtasis de la vida, para ver
su color rosa, su rosa roja, su rojo amor, su amor fugaz, esa fugaz de la estrella,
esa estrella que roba deseos, esos deseos del alma, alma inmortal.

Escrito con las manos del alma, a aquel soñador incansable.

Ginna Vanessa Pérez Noguera -Colombia-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 56

CAMINO LENTO


Camino lento.
En algún momento próximo al crepúsculo,
los bordes de mis alas ardieron.
Con las cenizas, tracé senderos absurdos, intransitables.
Se quemaron los vuelos primigenios
y ahuyenté las alondras que volaban
al ras de mis sueños.
Hoy camino lento,
con ese pesar que se adhiere
a los muros donde se atrincheran mis recuerdos.
Hoy llevo sedientos mis poros,
y cada tanto, debo detenerme
para abrevar en el oasis de tu nombre.
Camino lento, con el sigilo de quien ha olvidado
cómo se endereza la espalda
para hacerle frente a los dardos de la noche.
Tengo mi cautela acostumbrada
a no sorprenderse ante el diluvio inminente.
Ofrezco mis sequías, mis páramos hambrientos,
mi pobreza enquistada en las vísceras
que se han olvidado cómo se detiene el miedo.
Mis pasos ahora son lentos,
como si fueran marcando el contorno de mil huellas,
como si en cada sombra se ocultara la clave
para resolver el enigma de los silencios.
Paso a paso voy aprendiendo.
Tengo un diploma que anuncia
mi idoneidad para saber estar sola.
Por eso, camino lento.
Ya no quiero tropezarme con las formas inconclusas
que merodean mi vereda,
para luego hallar que en la próxima esquina,
los faroles se apagan y la noche tiende su manto
para  acariciar el borde de mi desvelo.
       
Elsa Florit
Publicado en la revista deliteraturayalgomas


CARTA PARA VICKY EN LA BOTELLA ROTA


Buenos Aires 1976, una mujer daba
su último combate.

A Rodolfo Walsh
A Vicky Walsh

“Anoche tuve una pesadilla torrencial
En la que había una columna de fuego
Poderosa pero contenida en sus límites
Que brotaba de alguna profundidad…”*

De un mar oculto en una botella rota
quebrada en un combate natural
en infinitudes de vidrios y ráfagas
que incendiaban sus límites
las terrazas sobre las casas bajas
y el vestido de niña.
Porque eras una niña así como a la 1.10 hs.
cuando se reciben los informes del infierno,
en los ojos trizados,
en las explicaciones, en esa carne viva
en lo breve, en lo inútil
donde todo se pudre.

Ahora sólo hago cartas sobre filas de botellas
que quiebro con los tiros
con los tiros, con el calibre del revólver que llevo
en la cintura
por si nos sorprenden en el último gesto
en la oscuridad
o en la humedad de la bebida que marca la miseria.

Hablé con tu madre
quien te inventó en tu vestido rojo
y sólo se despide en los alientos que deja el frío
en el espejo, orgullosa.
(Pero no habrás de saber
que se muere en la ignorancia
que tu padre en el relámpago de otras ráfagas
no tuvo cómo acercarte una carta a la botella rota
o a un sitio más normal, más célebre, más alto,
para que la muchacha no fuera excedida por la suerte
excedida por la barbarie, por los torrentes
del que escribe luego de tu padre).

Del libro Visión retrospectiva de la botella de Juano Villafañe -Ecuador–
Publicado en la revista Estación Quilmes

BAJAN


Tengo tiempo
para saber si lo que sueño
concluye en algo
No te apures ya más, loco
porque es entonces cuando las horas
bajan, el día es vidrio sin sol
bajan, la noche te oculta la voz
y además vos querés sol
despacio también podés hallar la luna

Viejo roble del camino
Tus hojas siempre se agitan algo
Nena nena
que bien te ves
cuando en tus ojos no importa si las horas
bajan, el día se sienta a morir
bajan la noche se nubla sin fin
y además vos sos el sol
despacio también podés ser la luna

Del libro "Artaud" de  Luis Alberto Spinetta -Argentina-
Publicado en la revista Poesía del Mondongo

IRRECONCILIABLES


No es cierto que no encuentre atractiva la Navidad. No es cierto. Simplemente ya no me hace sentir lo que sentía cuando la fui descubriendo entre hojas de acebo, turrones, regalos, copas de champán, belenes, nieve, luces de colores…

Tenía yo unos 8 años (los años anteriores se han borrado de mi memoria como por arte de magia). Faltaba menos de un mes para Nochebuena, y un domingo por la mañana fui con mis padres y mi hermana al monte que hay frente a la plaza de toros a recoger musgo para nuestro belén. La sensación que me recorría todo el cuerpo esperando y preparando esos días que iban a llegar era del todo indescriptible. Supongo que es lo que todos sentimos de pequeños y lo que aún sienten algunos de mayores.

Por la tarde subimos las cajas de los enseres de Navidad del trastero y entre todos empezamos a montar el belén (hay que hacerlo con un cierto tiempo de antelación, que luego te pilla el toro y los detalles tienen que estar acabados y perfectos). La emoción no era solo por hacer un belén chulo, lo más real posible y un árbol lleno de colorido con sus bolas y espumillones, la emoción venía por el hecho de compartir eso con toda la familia; prepararlo con los padres y la hermana y ver cómo lo disfrutaba el resto de familia cuando venía a comer o a cenar a casa.

Comíamos entre risas y viandas exageradas, salíamos a pasear al centro del pueblo dejando blancas huellas por el camino para ver algún belén público, disfrutábamos de la fría brisa que nos golpeaba por todo el cuerpo, volvíamos a cenar todos juntos, cantábamos villancicos, los niños preparábamos alguna actividad para mostrar nuestros talentos a los adultos. Estábamos tan unidos…

Pero hace años que las cosas han cambiado, parece que ya nadie siente nostalgia por estas fechas en la familia. Los últimos años se han basado en una vacía desilusión que hemos llenado con enormes comilonas.

Sin embargo, yo he decidido que este año mis navidades serán diferentes. Una sola persona mirará mis ojos tristes, una sola persona logrará hacerme olvidar esa rosa marchita que siempre pinchará mi corazoncito con sus espinas. Solo una persona me cogerá de la mano y me llevará a bailar a un salón donde el suelo, como un río, refleje el lujoso techo y un piano entone una canción de Michael Buble. Iremos vestidos para la ocasión y viviremos una noche mágica como yo siempre he soñado, pues hay momentos en la vida de todo hombre en que es preciso soñar. Solo una persona me hará el amor a altas horas de la madrugada y conseguirá que mis navidades sean del todo ajenas a la tradición que tanto me pesa.

Susana Maroto Terrer -Soria-
Publicado en la revistas Arena y Cal 199

MOSCAS EN UNA HABITACIÓN


La mosca recorre mi pierna con una morosidad exasperante. Desde la punta del dedo mayor hasta el muslo. En circunstancias normales la hubiese espantado pero ahora la dejo hacer. Al ver mi placidez sus congéneres se aventuran también sobre el territorio yermo de mi cuerpo desnudo. Se posan en mis brazos, en la otra pierna, e incluso la cavidad de mi ombligo.
            Pasan unos minutos y, vaya a saber de qué confín de la habitación, llegó una hormiga. Trepa la funda de la almohada y se desliza hacia mi cara para pasear a sus anchas por mi boca y mi nariz. No siento cosquilleo ni molestia alguna. Pero me sorprende la impunidad de estos insectos.
            Pienso en llamar al conserje. Cierto es que elegí un modestísimo hotel sobre la Ruta 38 alejado cientos de kilómetros de los pueblos más cercanos. No puedo pretender grandes lujos pero razono que estoy en mi derecho de quejarme si me veo convertido en una colonia de bichos. Sin embargo, me invade una cierta molicie y me dejo estar.
            Ahora es un escarabajo que encuentra en la cuenca de mi ojo el lugar adecuado para asentarse. Intento espantarlo pero mi cuerpo no me responde. Creo que estoy soñando e intento recordar si anoche me acosté en esta cama desvencijada de un hotel de malamuerte.
            Creo que sí. Llegué a última hora con una compañera ocasional. Me gustaría recordar su nombre. Creo que era Jéssica. O quizás Marlene. De cualquier modo, no era el que figuraba en su documento. La encontré en un parador a la vera de la ruta. Me dijo que estaba de vacaciones pero entendí que trabajaba. No me importó la mentira. No buscaba una secretaria y mucho menos una novia, sólo quería compañía. Una mujer que me permitiese gozar, que no me la complicase tanto como Graciela.
            Según recuerdo, mi compañera de la noche anterior no se parecía a Graciela. Era rubia, alta y llamativa y no bajita y morena. Pero lo que más me gustó es que las reglas estuvieron claras de entrada. No hubo cortejo ni fórmulas de etiqueta. “Cobro $ 200 la noche”, me dijo después de que quedó claro que no era una adolescente de vacaciones.
Y me pareció bien. De pronto, después de 20 años de casados, me gustó la idea de pagar por sexo. Me fascinó la posibilidad de estar con una mujer a la que no tenía que preguntarle por la salud de su madre o los alumnos de la escuela, ni acompañarla al supermercado o recordar su cumpleaños. Puro sexo, sin preámbulos ni sutilezas. Ni siquiera la necesidad de esperar que ella encontrase el placer. Yo pago, yo gozo. Esa es la regla en el mercado de los cuerpos.
Había encontrado a la compañera ideal para una noche en la que había pretextado un simposio de negocios. Ella tenía un cuerpo exuberante y una risa sonora y tonta con la que festejaba todos mis chistes. Me acariciaba mientras manejaba y en más de una ocasión tuve que frenar sus manos  del cierre de mi pantalón.
No hizo cuestiones cuando elegí en vez de un albergue transitorio de la ciudad cercana, un precario hotel de la ruta serrana. Nos registramos como Señor y Señora Morales. Total, el conserje no se preocupó por pedirnos documentos ni se mostró afectado por la ironía del apellido. Creo que al entrar en la habitación mis manos temblaban como hojas y apenas podía poner la llave en la cerradura. Era la primera vez que le iba a ser infiel a Graciela en 20 años. ¡Por fin tendría algo para contarles a los amigos del bar!
Fue cerrar la puerta y verla a ella desvestirse. Tal cual había supuesto  debajo del llamativo vestido rojo llevaba un conjunto negro de encaje. Empezó a besarme y las piernas se me aflojaron. De pronto, me faltó el aire y mi corazón se agitó. Intenté hablar para explicárselo, pero no encontré las fuerzas. Sentí un hormigueo en el brazo izquierdo, y luego, un dolor agudo en el pecho.  Apenas pude llegar a la cama. Caí sobre la almohada de costado.
Por su cara de espanto, creo que ella se asustó. Empezó a moverse frenéticamente dentro de la habitación. La vi vestirse sin preocuparse por botones y broches. Buscó mi billetera y la guardó en su cartera. Después se fue, y oí el ruido de la llave al girar en la cerradura.
Ahora es la mañana y supongo que en algún momento del día alguien va a golpear la puerta para saber si puede limpiar la habitación. Mientras tanto, un enjambre de moscas descubrió los orificios de mi nariz y el escarabajo se aquerenció en mi ojo. Pero ya no puedo hacer nada. Sólo deseo que Graciela no me vea en este estado.

Eva Marabotto
Publicado en la revista Todas las Artes Argentina