lunes, 25 de febrero de 2013

SATÉLITES


Para el ojo del astrónomo
somos pequeñas gotas que caen en la tierra
desde un cielo ladeado en sus extremos.
Y para el ojo de los seres queridos
brillan los paneles de los satélites.
No sé explicarlo: es un candado de luz
ahogando la materia oscura.

Del libro Newton y yo de Marcelo Daniel Díaz -Cuba-
Publicado en la revista Poesía del Mondongo
 

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