lunes, 28 de enero de 2013

LA PAZ DESPOSEÍDA Y DESAPARECIDA


La paz desposeída, explotada y desnutrida alzó su voz reclamando tierra, comida y justicia: no la volvieron a ver. Dicen que detrás del batallón en que la encarcelaron hay una fosa común. Común porque las voces de dignidad son allí sepultadas en masa. Así cumplen los militares: a rajatabla obedecen a los instructores de la voz de caucho y la mirada de acero. En la plaza pública hoy alza la bandera un cabo condecorado con lamentos humanos, bajo un sol avergonzado.

Azalea Robles
Publicado en la revista Movimiento Internacional de Escritoras

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