miércoles, 28 de noviembre de 2012

ADIÓS


 Edward miró al frente y vio la gran pared de cristal que los separaba de un pequeño salón, en el centro de este se hallaba una silla de madera, llena de cables con un raro casco, igual a la misma que había visto en los animados de “Frankie, un monstruo feliz”, cuando el doctor malvado le dio la vida.
Unos guardias aparecieron por una puerta del otro lado del cristal, llevaban unos rifles en sus manos
que parecían livianos, pero Edward que había tenido uno en sus manos, cuando su padre estaba preparando sus trabajos a domicilio, y pesaban mucho. Detrás de los dos guardias apareció otro llevando a su padre, y luego un doctor. Sentaron a su padre en la fea silla amarrándole sus extremidades y le pusieron el extraño casco después de colocar
una esponja húmeda en su cabeza, ahora su padre de seguro quedaría convertido en un zombi que se
levantaría, se los comería a todos y sería libre una vez más. Un guardia bajó el interruptor y las luces
empezaron a parpadear, haciendo que Edward viera como su padre convulsionaba a intervalos, bajo el
influjo torturante y eléctrico que le iba matando. Cuando su padre quedó inmóvil y las luces dejaron de
parpadear, Edward pudo ver como el cuerpo de su padre despedía una pálida luz que fue adquiriendo
intensidad. Cuando tomó forma corpórea se dio cuenta que era él, no era un zombi, era una especie de
ángel o ser etéreo que fue caminando hacia el travesando todo lo que pudiera ser obstáculo en su camino.
Edward sintió como lo abrazaba, era cálido y suave, luego subió al cielo atravesando el techo.


Basado en el libro El Misterio de Salem Lot´s de Stephen King.

Egaeus Clemens –seud.- (Cuba)
Publicado en la revista digital Minatura 123

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