viernes, 28 de septiembre de 2012

"QUERIDO CAÍN" DE iGNACIO GARCÍA-VALIÑO


Por: María José Mielgo Busturia. España.

“Querido Caín” es la historia de un chico de familia acomodada, con un coeficiente intelectual muy elevado, pero igualmente con un grado de maldad inigualable. Tanto es así, que el autor consigue que reflexionemos sobre si la maldad es intrínseca en el ser humano o se adquiere y aprende.
Ignacio García-Valiño, autor de la obra y como psicólogo que es, demuestra el conocimiento del comportamiento del ser humano, las terapias, las distintas “vías de escape” que puede mostrar un individuo y su conducta tan dispar.
Sorprende, en un momento dado, que siendo Julio Omedas psicólogo, en determinadas circunstancias personales no sabe afrontar ciertos problemas con objetividad, siendo consciente de ello y del mismo modo, el personaje de la novela Nico, es tan astuto que al final le “gana la batalla”.
Describe al personaje de un modo magistral: menor, con un alto coeficiente intelectual, muy racional, frío, calculador, que no le importa nada ni nadie y que cumple sus expectativas con gran precisión.
Una trama, en la que el autor consigue en un momento despistar al lector, creyendo bueno al personaje principal, Nico, hasta que al final descubrimos que es terrorífico.
Ignacio García-Valiño describe de un modo sencillo a los personajes, muy descriptivo cuando hace referencia a la clase social y la casa donde viven; con una gran claridad, expone diferentes movimientos y estrategias del juego del ajedrez, quizá porque en la realidad el autor se un buen conocedor del mismo o porque se haya documentado. Lo cierto es que para muchos lectores, esos movimientos y estrategias no les serán desconocidos y por lo mismo, es un aspecto para poder llegar a entender mejor al propio personaje principal.
Bien narrada, personajes bien definidos, una trama que se va desarrollando a cada momento, donde crece la incertidumbre y hasta la elucubración del lector y un libro que atrapa desde la primera página, para dejar al lector pensativo sobre diferentes aspectos que quizá –desgraciadamente- hoy están más en
boga que nunca: el alto grado de violencia que manifiestan los jóvenes –sobre todo menores- y que tienen dominados a sus padres, lo que en psicología se denomina “El Síndrome del Emperador”: niño tirano educado en la permisividad y la sobreabundancia.

Publicado en la revista Oriflama 20

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