martes, 31 de julio de 2012

LA MISIÓN DEL ESCRITOR


No sólo el presupuesto estético debe encarar un escritor. Si bien aquello del “arte por el arte” observa alguna validez en torno a la creación, el escritor debe consustanciarse con su tiempo y en este sentido, una trama o una historia debe ir aparejada de una intromisión crítica, ya sea en la forma del realismo laxo—digamos realismo social—o de un realismo verosímil, o, si el escritor se explaya en el género de la Ciencia Ficción o de lo meramente fantástico, siempre va a oblicuar instancias sociales, acaso didácticas, como en el cuento maravilloso. Siempre va a refractar los problemas límites del hombre y el sondeo existencial ofrecerá retratos del alma humana. Pensemos en Dostoievski, en Zola o en Dickens, en el metafórico Ray Bradbury, en la monumentalidad de Herman Hesse o de Thomas Mann o parándonos un poco más acá en Jerome K. Salinger  y en William Faulkner, (en éste que abrevan varios narradores latinoamericanos en confesión expresa).

    A propósito, echemos una mirada sobre Arturo Uslar Pietri y Guimaraes Rosa y en los próximos Carlos Fuentes y Elena Poniatowska, en nuestros Leopoldo Marechal y Abelardo Arias, en las únicas e indivisibles Luisa Mercedes Levinson y Syria Poletti y por qué no en Silvina Bullrich…porque hay una extensa lista de escritoras argentinas para considerar, sin pre-supuestos o mejor, pre-juicios—sobre todo ideológicos--.


Sebastián Jorgi -Argentina-
Publicado en el blog revistaislanegra.fullblog.com.ar


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