miércoles, 26 de octubre de 2011

BREVERÍAS



2536

No pretendo curarme del fracaso
de haber perdido cuanto amé en su día.
No se quiebra el amor, sino el amante.

Por la vida brindé, y se rompió el vaso;
pero aquella lejana melodía
sigue vibrando en mí, tan desbordante.


2537

Cada noche morimos,
pero al amanecer resucitamos.
¿Quién le teme a la muerte,

si al llegar, descubrimos
una noche más larga en la que entramos,
aunque en esta ocasión nadie despierte?


2538

Siempre te vi escultura que Fidias cincelara,
mas desde hace algún tiempo te veo tal cual eres,
a nivel de la tierra, como si te nombrara
divinidad, y al punto, una entre las mujeres.

Tal vez logró encumbrarte mi numen creativo,
y fijó al fin tu grado mi condición humana.
Ay, que has venido a menos, con causa o sin motivo,
y no eres ya la antigua, mágica filigrana.


2539

Te diré la verdad, que he rebasado
la edad del dramatismo, cuando el hombre
decora sus palabras banalmente.

Quien no hable la verdad, quede callado.
Y si a lo teatral firma su nombre,
acepte distinción de impertinente.


2540

Me dialogas si lees lo que he escrito,
percibes la caricia de mi aliento,
captas las inflexiones del acento
que a cada verso dejo circunscrito.

Mis poemas respiran, tienen vida,
hijos son de mi mente y de mi entraña;
quien sabe interpretarlos, me acompaña,
su propia alma a la mía entretejida.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Ángeles-

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