martes, 30 de agosto de 2011

POEMA

A tu llegada

Después de tantos años de haber vivido muerto,
hoy, que a mi lado habitas, resucitado vivo;
al tocarme la vida sobre el hombro, se ha abierto
en torno a mí un paisaje que siempre fue evasivo.

Llegaste sin estruendo, pacífica marea
rodando en insistencia, cada vez más cercana,
cigüeña rastreando la torre de la aldea,
nueva luz que despierta creando la mañana.

No te esperaba, estaba de espaldas al futuro,
sobre el presente, ciego, y hacia el ayer dormido;
me había circundado de inaccesible muro,
y era mi propio espacio destierro del vencido.

A tu arribada súbita se quebraron los hierros
del silencio, estallando salmodias y rumores;
se fundieron las nieves, verdearon los cerros,
y poblaron los campos rosas y ruiseñores.

De la bruma y el hielo brotó la primavera,
de la muerte la vida, de la inercia el vigor,
y a tu voz y contacto mi vida recupera
cada sueño perdido, cada viejo temblor.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Angeles-











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