domingo, 22 de mayo de 2011

TALLER LITERARIO

CAE LA NOCHE

Cae la noche,
y la vida se escapa en cada sueño.
Cae la noche,
y el silencio nos envuelve el pensamiento.
Cae la noche,
y duermen inmóviles los rascacielos,
frenan su carrera los coches,
enmudecen las torres,
y deambulan solitarias las calles.
Cae la noche
y el insomnio desacelera el sueño,
se abren las puertas a la vida
y la mente navega
en busca de amores imposibles
y espacios donde habitar.

VIRTUDES ROLDÁN

LA NOCHE

De todo es sabido que la noche se debe al movimiento de rotación de la Tierra sobre sí misma. Que cuando sonríe al Sol, es de día y cuando la afortunada por sus sonrisas es la Luna nos quedamos a oscuras, versus la Noche.
Al crepúsculo los pájaros aterrados por la cercanía de las sombras buscan desesperadamente sus nidos que durante las horas nocturnas les van a ofrecer la seguridad y el cobijo a sus miedos, cantando, piando y batiendo frenéticos las alas hasta llegar al ansiado refugio.
La mayoría de los seres vivos al llegar la noche buscan ese lugar propio en el que descansar de las fatigas diurnas, los avatares y afanes que empiezan al término de la noche. Otros sin embargo esperan la llegada de Ella para así poder desarrollarse tal como su naturaleza nocturna les obliga. Los diurnos y los nocturnos. Día y Noche.
Pero vamos a ocuparnos de los Nocturnos. Tanto si son hombres, tranochadores al uso, criaturas de la Noche, que dicen, se lo pasan tan bien, se divierten tanto… O bestias, que salen de caza amparados en la oscuridad y el camuflaje que les proporcionan las sombras, es el ciclo de los depredadores de la noche. Y aún, bestias de ficción o no, tales como vampiros, licántropos y otros, pobladores de esos mundos fantásticos tan en Vogue hoy día pero que están en el inconsciente colectivo de la humanidad y seguidos con entusiasmo por los jóvenes en comics y películas de dudosa calidad, esos seres que tanto si son humanos como pertenecientes al bestiario de la imaginación nos producen tanta fascinación, porque todo lo referente a la Noche nos llena no sólo de inquietud sino también de ensoñación.
Ya he dicho que todo sucede porque la Tierra gira como una peonza, pero pensar solo por un momento ¿qué pasaría si la Tierra se detuviese en su frenético baile? Lo dejo a vuestra imaginación.

CONCHA GOROSTIZA

LA NOCHE

Llega, la noche, llega siempre
después de las tareas cotidianas,
después de la esperanza y los miedos.
Se va, el sol,
encontramos la oscuridad,
llega, la noche, llega siempre.

Vimos las estrellas,
los planetas, la luna,
aparece una luz más dulce,
un tiempo para reflejar
un tiempo por amantes
un tiempo para descansar.

Llega, la noche, llega siempre
con recuerdos del día pasado
por bueno o por malo
y siempre hay esperanzas
de lo que traerá el día siguiente
porque llega, la mañana, llega siempre.

ANNE SAMPSON

OSCURA NOCHE

Oscura noche que me abrumas
con tus sombras que me
persiguen sin descanso por
los rincones entre las paredes
y los portalones.
Cierro los ojos y el miedo
me los hace abrir de nuevo
y vuelvo a ver a esas figuras
entre las luces y las sombras
que me estremecen el cuerpo
dejándome sin consuelo hasta
que el amanecer no acarician
con su luz inundádome de
alegría porque ha llegado el día.

CARMEN PÉREZ MARTELL

LA NOCHE

Esparce su manto, todo lo tapa
menos los sentimientos y las penas;
estas no duermen, amanecen;
tres hijos, 40 años
y está pasado, cae la noche.
Noche negra se avecina,
como la pasada noche,
cuando pasen tres días y una noche
cumple mi hijo 9 años,
recuerdo, esa fue una buena noche
cuando pasen esos tres días y una noche
que le brindo yo a mi hijo,
todo el amor que le tengo
esa será una hermosa noche.

ANTONIO BASALLOTE

LA NOCHE

No tengas miedo, la noche es joven. Pasaron unas horas, y se hizo de noche.
En la plaza del pueblo, se hacían los últimos preparativos de un gran espectáculo.
Los componentes de la actuación había montado en la plaza todos los preparativos.
El Ayuntamiento les había enviado unos trabajadores para ayudarle. Andrés les daba indicaciones como había que montar el escenario.
Llegó la noche, niños y mayores se agrupaban en el lugar, esperando el comienzo del espectáculo.
Todos los bancos de la plaza estaban ocupados. Las luces iluminaron la plaza y empezó el espectáculo.
Las luces sobre el escenario titinearon. Como si de un relámpago se tratara, el sonido de una tormenta pasó por los altavoces, haciendo temblar a más de uno.
Se fue la luz y todo quedó oscuro una muchacha preguntó ¿qué pasa? Cuando la luz tenue los iluminó de nuevo, todos los espectadores aplaudieron. Una risa malvada se escuchó desde alguna parte, los niños del público se asustaron.
La muchacha joven, entre los espectadores observaba el espectáculo ilusionada. Andrés dijo es una noche para soñar. La muchacha joven y su amigo comenzaron a cantar, los asistentes vieron como subían al escenario y cantaron una canción melódica.

NILA QUINTERO

LA NOCHE

No sé si me asusta la noche.
No sé si me enamora la noche.
A veces me asusta,
a veces me enamora.

Me enamora la luna llena
que rompe las sombras.
Me enamora su silencio
pero a un tiempo me asusta.

Me asusta la soledad
de las calles y el rumor
de unos pasos que me siguen.

Me gusta leer de noche
a la luz de una lamparilla
y soñar poemas hirientes
cuando se cierran mis ojos.

La noche se me hace larga
cuando un dolor me estremece
y deseo que el sol
vuelva a traerme el color
y se lleve los doloridos pensamientos.

JOSÉ LUIS RUBIO

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